Dinero del FMI se empleará para reducir deuda con la Caja y necesidades del mercado interno

El primer desembolso del FMI por $293,6 millones está en manos del Gobierno, y sus usos ya son contemplados en la presentación de un nuevo presupuesto extraordinario.

Junto a los $300 millones provenientes del BIRF, el gobierno de Carlos Alvarado separó el uso de estos recursos en dos fines.

Aproximadamente $59 millones de esos recursos se incluyen para ir reduciendo la deuda del Estado con la Caja, recordando que el presupuesto extraordinario previo anunciado en junio, ya dirigirían recursos para ese fin.

Los $535 millones restantes se emplearán reducir la deuda interna, es decir, disminuir la necesidad de colocar deuda en el mercado interno y ayudar con eso a seguir reduciendo las tasas de interés.

Estos recursos de fuente externa no aumentan el gasto, porque lo que permiten es sustituir la misma suma de la emisión autorizada de deuda interna en el Presupuesto de la República; solo implica un cambio de la fuente de financiamiento en condiciones más favorables para el país.

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Otro empréstito incluido es el del BID, tratándose de $100 millones que se direccionarán para financiar el programa de Fortalecimiento de la Seguridad Ciudadana y Prevención de Violencia, del Ministerio de Justicia y Paz.

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Por otra parte, mediante financiamiento interno (¢34 mil millones) se incorporan gastos para la atención de programas prioritarios y compromisos adquiridos por varias instituciones, como ¢18.928,6 millones para el subsidio de pasajes para el transporte de estudiantes en el Ministerio de Educación Pública.

Así como la incorporación de ¢14.970,7 millones al Ministerio de Salud para la adquisición de dos millones de dosis de vacunas contra la Covid-19 y los insumos necesarios para su aplicación.