Costa Rica: aprovechar oportunidades de forma eficiente y enfrentar la adversidad
Eduardo Viso Cortés y Sergio Gutiérrrez Scorza eduardo.viso@3volpi.com | Viernes 02 septiembre, 2022
Sergio Gutiérrrez Scorza
Eduardo Viso Cortés
eduardo.viso@3volpi.com
sergio.gutierrez@3volpi.com
2022, Costa Rica cuenta hoy con elementos que permiten aprovechar oportunidades importantes.
Después de estar a milímetros del barranco, en el 2018 finalmente se aprobó la Ley Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9635), con la cual se ha logrado equilibrado ingresos y gastos corrientes alcanzando un ligero superávit primario en el 2021, algo no visto en los doce años previos. La producción en el país ha retornado y superado los niveles del 2019 y el desempleo, aunque sigue siendo alto, está cerca de los niveles prepandémicos.
Como segundo elemento, el final de la pandemia parece asomarse, aunque con gran incertidumbre por lo que está sucediendo en otras latitudes, la humanidad sabe sobre La COVID 19 más de lo que sabía hace dos años. Hemos aprendido que existen medidas que podemos tomar a nivel individual y colectivo, los principales: higiene, uso mascarillas, vacunación.
Un tercer elemento importante fue nuestro acceso formal a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en el 2021, todo un logro justo cuando cumplimos doscientos años de vida independiente. El haber entrado a este club nos da un baño de realidad, ahora no nos compararemos únicamente con los países de Latinoamérica, sino que estamos en la misma cancha en donde juegan los grandes del mundo. ¿Nos dio miedo cuando fuimos a Italia 1990? Al igual que en aquella ocasión, tenemos lo que se necesita.
El último de los cuatro elementos que nos permiten soñar, la preparación de nuestra gente, ha sido un factor determinante para nuestro desarrollo desde hace mucho tiempo y ha marcado la diferencia en áreas importantes tales como la apertura de nuestro comercio internacional.
Hoy el país requiere mejorar la eficiencia de las instituciones y orientar su acción al bienestar ciudadano ante demandas crecientes de cambio. Este artículo abunda en este último elemento de manera aplicada.
Inspirado en las tecnologías y metodologías desarrolladas en el Japón de la post-guerra, en los 80s del siglo anterior, en Estados Unidos inició el desarrollo de los conceptos “Lean” cuya idea principal alrededor de esta filosofía es la eliminación del desperdicio (en japonés, “Muda”) y reducción de la variabilidad. En suma, esta metodología busca evitar esfuerzos que no agregan valor al cliente final.
Si esa entidad que quisiéramos mejorar utilizando metodología “Lean” fuese un atleta, una vez definido el objetivo, analizaríamos todos los procesos que sustancialmente pueden mejorar el rendimiento tales como entrenamiento, fortalecimiento muscular, alimentación y descanso para así llegar a un cuerpo atlético e integral, que funcione de una forma efectiva para así sobresalir al momento de la prueba que se definió como objetivo.
Inicialmente “Lean” fue aplicada en la industria de la manufactura mediante el “Método de Producción Toyota”, sin embargo, visionarios supieron conectar las ideas y llevar su aplicación al área de servicios. Incluso, a inicios del presente siglo, James P. Womack y Daniel T. Jones crearon “Lean Thinking”, que extendió la metodología Lean a todas las áreas de una empresa. Posteriormente en el 2011, Eric Ries escribió “Lean Startup”, enfocado en que los emprendimientos se conceptualicen y nazcan de forma magra y solo contemplen actividades que agregan valor al cliente. Luego en 2012, como un segundo paso, de “Lean Startup”, Ries escribió “Running Lean”, en el cual básicamente, presenta ideas de cómo iterar para llegar al producto que el cliente realmente quiere.
Hoy en día esta metodología Lean es utilizada en muchas empresas e inclusive en gobiernos locales a nivel mundial, como es el caso de la ciudad de Fort Wayne del estado de Indiana, E.E. U.U. donde se han utilizado herramientas lean para mejorar la competitividad de la ciudad en temas de tramitología, conocimiento de los requerimientos de sus ciudadanos, inventarios y tiempo de reparaciones de maquinaria entre otros.
En Costa Rica, con la gran cantidad de empresas de alto nivel de especialización que ha llegado desde la década de 1990, existe una importante cantidad de profesionales entrenados en estas metodologías que, día a día, buscan el “desperdicio” para reducirlo o incluso eliminarlo e innovan continuamente en la búsqueda del producto que el cliente realmente quiere. Estoy seguro que muchos de ellos estarán dispuestos a evangelizar y así masificar las herramientas “Lean” para que sean aplicadas a nivel local.
Creemos firmemente que estamos ante una oportunidad extraordinaria que no debe ser desperdiciada, debemos recuperar esa forma de ser de nuestro campesino, es el momento de pasar de ser buenos a ser grandiosos; de aprovechar esta metodología y a todos los profesionales que la conocen en beneficio de nuestro país. Invitamos a escribir una nueva página en Costa Rica aprovechando la metodología en cuestión, creando un “Estado Lean” en donde cada acción de quienes trabajan en el sector público implique agregar valor al ciudadano.
Ojalá sepamos aprovechar las oportunidades y evitar los riesgos, de los cuales deliberadamente escogimos no referirnos ya que han sido ampliamente analizados por otros escritores en este y otros foros, para así tener un Estado más eficiente. Conviene recordar lo que señalaba Don Pepe, ¨El campesino costarricense no se sienta a llorar cuando se le vuelca la carreta. Con más sabiduría que ciencia, con más diligencia que palabras, la para, la desembarreala y sigue. Y bueyes y boyeros se sienten superiores a la adversidad”.