La campaña política ha comenzado
| Miércoles 14 mayo, 2008
La campaña política ha comenzado
Las declaraciones recientes de nuestro mandatario ante distintos medios de prensa acerca del advenimiento de una época de vacas flacas, parecen haber incentivado la discusión y el debate, sobre la labor del gobierno en sus dos primeros años de gestión.
Relegadas han quedado las rollizas vacas semejantes a las del cow parade de la primera mitad de legislatura, la coyuntura mundial existente caracterizada por los encarecidos precios del crudo, la crisis inmobiliaria de Estados Unidos y las constantes advertencias sobre una escasez alimentaria, encienden luces rojas en la salud económica de nuestro país y el resto de la región.
Poco a poco, aumenta el fuerte olor a inflación que asedia constantemente los pasillos del Banco Central, mientras el descontento palpable en protestas de bomberos, profesores y estudiantes, los cuales mediante acciones o manifestaciones buscan la reacción de un aletargado Primer Poder de la República, parece ir en notorio aumento.
La articulación de este tipo de sucesos conflagra el clima idóneo para la señalización de todo tipo de lunares por parte de la oposición a la administración Arias Sánchez, oposición que ni lenta ni perezosa, empieza a atizarle fuerte a la labor desempeñada por el gobierno.
El juego político calienta con bríos electorales cada vez más frecuentes que apuntan a las elecciones de 2010, los partidos políticos reforman sus estatutos, realizan sus procesos de elecciones internas (cantonales y distritales), eligen extraoficialmente sus candidatos e inician su campaña, concentrándose en atacar al gobierno antes que en buscar méritos propios de su partido.
¡La campaña política ha comenzado! La oposición busca lavarse las manos luego de mantener paralizado el país con su obstruccionismo y filibusterismo parlamentario, mientras el oficialismo toma las previsiones del caso para no ser víctima de la coyuntura internacional que nos afecta y empieza a preparar sus cartas de cara a una nueva contienda electoral, en la que un aire de favoritismo podría ser lo peor que podría pasarle, pues ya debería haber aprendido la lección.
Daniel Calvo Sánchez
Estudiante de ciencias políticas y derecho
Las declaraciones recientes de nuestro mandatario ante distintos medios de prensa acerca del advenimiento de una época de vacas flacas, parecen haber incentivado la discusión y el debate, sobre la labor del gobierno en sus dos primeros años de gestión.
Relegadas han quedado las rollizas vacas semejantes a las del cow parade de la primera mitad de legislatura, la coyuntura mundial existente caracterizada por los encarecidos precios del crudo, la crisis inmobiliaria de Estados Unidos y las constantes advertencias sobre una escasez alimentaria, encienden luces rojas en la salud económica de nuestro país y el resto de la región.
Poco a poco, aumenta el fuerte olor a inflación que asedia constantemente los pasillos del Banco Central, mientras el descontento palpable en protestas de bomberos, profesores y estudiantes, los cuales mediante acciones o manifestaciones buscan la reacción de un aletargado Primer Poder de la República, parece ir en notorio aumento.
La articulación de este tipo de sucesos conflagra el clima idóneo para la señalización de todo tipo de lunares por parte de la oposición a la administración Arias Sánchez, oposición que ni lenta ni perezosa, empieza a atizarle fuerte a la labor desempeñada por el gobierno.
El juego político calienta con bríos electorales cada vez más frecuentes que apuntan a las elecciones de 2010, los partidos políticos reforman sus estatutos, realizan sus procesos de elecciones internas (cantonales y distritales), eligen extraoficialmente sus candidatos e inician su campaña, concentrándose en atacar al gobierno antes que en buscar méritos propios de su partido.
¡La campaña política ha comenzado! La oposición busca lavarse las manos luego de mantener paralizado el país con su obstruccionismo y filibusterismo parlamentario, mientras el oficialismo toma las previsiones del caso para no ser víctima de la coyuntura internacional que nos afecta y empieza a preparar sus cartas de cara a una nueva contienda electoral, en la que un aire de favoritismo podría ser lo peor que podría pasarle, pues ya debería haber aprendido la lección.
Daniel Calvo Sánchez
Estudiante de ciencias políticas y derecho