Timidez en la política monetaria

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Timidez en la política monetaria

Finalmente el Gobierno comenzó esta semana a dar explicaciones sobre la reducción del gasto público; ahora debe referirse a su restrictiva política monetaria y crediticia y a si planea mantenerla.
Es lógica la preocupación del Gobierno de controlar la inflación; sin embargo, esa preocupación no debe ir en detrimento de la producción. Como la inflación se mide y el rezago en la productividad no, existe una perniciosa tendencia natural en la clase política de preocuparse más por aquella que por esta, de la misma manera como existe la inclinación de preocuparse más por los errores de acción que por los de omisión porque estos son menos perceptibles al ojo de la opinión pública.
Así, el Gobierno debe explicar por qué no bajar las tasas de interés y el encaje mínimo legal. Esto produciría no solo un requerido incentivo a la producción sino además una merma en los préstamos del exterior que sin duda están teniendo un efecto en la balanza de pagos que empujan el precio del colón hacia arriba y el monto de las exportaciones hacia abajo.
El Gobierno debe actuar decididamente; si bien con cautela, pero sin timidez.