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Pemex invierte $1,2 mil millones en refinerías

| Jueves 16 abril, 2009




Pemex invierte $1,2 mil millones en refinerías

México
EFE

Con la inversión de cerca de $12.200 millones en una nueva refinería y la modernización de otra, México busca reducir su dependencia energética del exterior y elevar su producción adicional en unos 600 mil barriles de gasolina diarios en 2015.
Las nuevas instalaciones se construirán en Tula, en el estado de Hidalgo, y la adecuación tendrá lugar en Salamanca (Guanajuato), ambos en la región centro. Ambas refinerías podrán producir hasta 300 mil barriles diarios de gasolina.
El anuncio lo hizo en una rueda de prensa Jesús Reyes Heroles, director general de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), quien afirmó que así se evitará que se sigan “mandando empleos fuera”.
México, donde el petróleo aporta más de la tercera parte de los ingresos públicos y que acumula una reserva de hidrocarburos para 9,9 años, importa unos 340 mil barriles de gasolina al día por la insuficiencia de su sistema de refino, que cuenta con seis refinerías.
Se prevé que la refinería de Tula -que costará cerca de $9 mil millones- entrará en operación en 2015, mientras que la reconfiguración de la de Guanajuato estará lista para finales de 2014.
El presupuesto saldrá en su mayoría de Pemex y en una pequeña parte del Gobierno estatal receptor.
“Un segundo proyecto sería anunciado eventualmente en función de la evolución del mercado, de la situación financiera, etc”, aclaró Reyes Heroles sobre como alcanzar la meta de 600 mil barriles diarios de combustible refinado.
Agregó que la demanda seguirá aumentado a pesar de la modernización de la refinería de Minatitlán (Veracruz, Golfo de México) con lo que la producción total se elevará hasta 544 mil barriles diarios el año próximo.
“Todavía seguiríamos importando volúmenes sustanciales”, reconoció el director de la paraestatal.
El debate sobre construir refinerías y reducir la dependencia energética del exterior ha estado en el centro de la vida política mexicana en los últimos años, en particular en 2008, cuando se aprobó tortuosamente una reforma de Pemex para darle más libertad de gestión y eficiencia.
La batalla por hacerse con el emplazamiento de la nueva instalación de refino puso a una decena de estados a competir, por lo que el presidente mexicano, Felipe Calderón, anunció que la decisión se tomaría con base a criterios técnicos y económicos y con transparencia.
La elección de las regiones de Tula y Salamanca se debió por la capacidad para aprovechar residuales de otras refinerías para sustituir al crudo, principalmente, y a su proximidad con el Distrito Federal, ubicado en la zona con mayor déficit de suministro.
Además, Tula se ubica en el estado de Hidalgo, cercano a la capital, lo que reduciría los costes de transporte de combustibles.
La región centro occidental del país que consume el 60% del total y acumula un déficit del 57% de suministro, debido principalmente a la demanda de la zona metropolitana de Ciudad de México, con unos 19 millones de habitantes y en constante expansión.
En la decisión final de la petrolera se tomó en cuenta “el impacto económico de los donativos ofrecidos explícitamente de los Gobiernos de los Estados a Pemex”.
Ahora, en un plazo de cien días, el estado de Hidalgo deberá ceder oficialmente a Pemex los terrenos de construcción. De no ser así, la oportunidad pasaría a Guanajuato. Si éste tampoco lo hiciera en tiempo, las instalaciones irían al estado que cumpliera antes el requisito de los dos.
La última refinería construida en México data de 1979. En 1991 se cerró otra en la capital. En contraste, la demanda de gasolinas creció un 3,4% anual desde 1990.
El combustible está fuertemente subsidiado en el país, por lo que su precio, inferior al del mercado internacional -menos de la mitad que en España, aproximadamente- permanecerá congelado durante 2009 como parte de un paquete de medidas anticrisis.






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