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Los “neoleninistas” ticos

Carlos Denton cdenton@cidgallup.com | Miércoles 25 noviembre, 2015


Los frenteamplistas admiran el modelo venezolano donde el Estado pone “topes legales” a los precios de todo tipo de producto y servicio

Los “neoleninistas” ticos

Parece por algunas iniciativas de miembros del Partido Frente Amplio (PFA) que posee una visión ideológica de lo que es la propiedad privada distinta a la que rige entre el pueblo. La mejor muestra reciente de esta perspectiva extraña frenteamplista reside en la propuesta que hicieron de poner un “tope legal” a lo que se puede cobrar por la matrícula en las universidades privadas.
Tomando en cuenta que hay 130 mil educandos en los centros de educación superior privados, es posible que la motivación del PFA fuera puramente populista para ver si podían atraer a sus filas a algunos de ese número.
Pero también ilustra su falta de comprensión de la economía de mercado, donde los precios se fijan por la oferta y la demanda totalmente fuera del control del gobierno.
Por otro lado, estos han tratado informalmente de sofocar la educación superior privada apoyando medidas estatales que restringen la acreditación de cursos y programas nuevos.
Los frenteamplistas admiran el modelo venezolano donde el Estado pone “topes legales” a los precios de todo tipo de producto y servicio, desde el arroz hasta el combustible.
El resultado ha sido un desabastecimiento pronunciado, el hambre, el colapso de la moneda, y la creación de una situación que provoca la emigración de ciudadanos a cualquier otro país donde puedan encontrar una manera de subsistir.
Otro ejemplo de propuestas del PFA que demuestran un desdén hacia la propiedad privada fue la que quería obligar a los condominios, horizontales o verticales, con piscina o canchas de tenis, abrir estas facilidades recreativas para todos los vecinos que quisieran llegar y sin costo alguno. Populismo madurista de fijo, pero cuidado que no cale en el público de esta agrupación que especialmente incluye estudiantes y profesores de las universidades estatales, ciertos intelectuales y empleados de las “autónomas.”
Es interesante oír los discursos de los diputados y otros líderes del PFA porque el lenguaje que utilizan proviene de la etapa cuando el leninismo dominaba algunos países importantes. Usan palabras como “el lumpen,” “la burguesía criolla,” “crisis orgánica” y cuidado si no se refieren a libros sobre el “materialismo histórico” como obras serias escritas por intelectuales creíbles.
Los líderes del PFA continuamente se refieren a la “explotación” de los trabajadores por los empresarios que “solo tienen interés en amasar fortunas y pisar a los pobres”. Insisten en que el sector productivo debería pagar más impuestos; cuando se trata de sus bienes personales pagan lo mínimo a veces hasta hacer el ridículo. Muchos de estos son empleados del Estado; es probable que, por su ideología, laborar por una organización “con fines de lucro” sería algo no concebible.
Es mejor que haya una buena contingencia del PFA en la Asamblea Legislativa. Tenerlos en el ojo del público donde pueden hacer propuestas que consideran importantes permite que el pueblo entienda lo que representan y lo que quieren para su país; por ende es dudoso que los costarricenses quisieran entregarles las riendas del gobierno en el futuro.

Carlos Denton
cdenton@cidgallup.com

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