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Martes, 23 de abril de 2024



SUPLEMENTO AHORRO


El crédito puede ser un aliado del ahorro

Rodrigo Díaz rdiaz@larepublica.net | Lunes 31 octubre, 2016



El crédito y el ahorro pueden coexistir. Parece contradictorio pero no lo es.

Muchas veces debemos ahorrar antes de hacer un préstamo, en especial si es para comprar un bien de alto costo como una casa o un vehículo de trabajo.

En estos casos, el ahorro se convierte en una catapulta que le ayudará a que el crédito no sea tan grande y no minimice su capacidad de pago.

Por ejemplo, en el caso de un crédito de vivienda, si se logra ahorrar un monto para la prima, el beneficio para el cliente será mayor.


Por cada millón de colones, suponiendo una prima del 20%, el cliente ahorraría en intereses cerca de ¢1.700 por cada millón que logró ahorrar en el monto de la cuota de un préstamo a 30 años. Adicionalmente, se deben sumar ¢4.200 de intereses ganados por cada millón ahorrado en un plan como el Metahorro, diseñado para este tipo de proyectos, explicó Eugenia Meza, gerente general de Mucap.

Otros expertos señalan que un buen “ahorro” es adelantar cuotas de préstamos. Amortizar más rápidamente le permitirá pagar menos intereses por la deuda que asumió.

Otras combinaciones de ahorro y crédito pueden darse para un viaje turístico que se tenga programado con anticipación. No siempre es posible ahorrar todo el monto para un viaje, pero lo ideal es que si queda un saldo, se pueda pagar en el menor tiempo posible. De esta forma evitará que el disfrute de unos días se vuelva en un tormento de varios años.

 


¿Cuándo pedir un préstamo?


 

  • Para la compra de una vivienda. Sería muy difícil adquirir una con solo los ahorros. En este caso, opte por un préstamo con una tasa de interés baja y que su banco no le imponga comisiones por hacer pagos adelantados para cancelar más rápido su deuda.
  • Con cuotas tasa cero. Si no existe comisión por la negociación, puede ser una buena opción para disfrutar de bienes sin esperar a tener el dinero ahorrado.
  • Para un gasto imprevisto, siempre y cuando sepa que recibirá un ingreso que le permitirá cancelar el crédito. Por ejemplo, si necesita hacer una compra urgente, pero sabe que en diciembre le llegará el dinero.
  • Para refinanciar una deuda que ya tenga, siempre y cuando la tasa de interés sea menor a la ofrecida.
  • Si no tiene más remedio, pero evite la prisa y medite cuál es la institución que más le conviene, a qué tasa de interés, plazo y comisión de desembolso.

¿Cuándo no?


 

  • Para viajar. Es mejor utilizar un ahorro programado.
  • Para bienes que deprecian rápidamente. El celular de última moda pronto valdrá la mitad de su precio, y usted podría pagar hasta el doble del monto inicial del crédito.
  • Para consumo. Si desea comprar ropa, regalos o artículos de primera necesidad, es mejor que haga un presupuesto y ahorre el monto.




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