Dos mil efectivos vigilarán investidura de Lobo en Honduras
| Lunes 11 enero, 2010
Dos mil efectivos vigilarán investidura de Lobo en Honduras
Presidente electo asumirá cargo el 27 de enero en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, al tiempo que gran parte de la comunidad internacional amenaza con no reconocer su Gobierno
Tegucigalpa/ EFE
Alrededor de dos mil policías y militares vigilarán la investidura de Porfirio Lobo, presidente electo de Honduras, el próximo 27 de enero, informó el jefe de la Policía de Tránsito, comisionado Ambrosio Ordóñez.
“Los efectivos constituirán cinco anillos de seguridad adentro y afuera del Estadio Nacional de Tegucigalpa, donde se celebrará la ceremonia” dijo el oficial a medios locales.
En investiduras anteriores la vigilancia estuvo a cargo de unos 800 policías y militares, pero en esta ocasión se aumentará la cantidad ante las circunstancias que vive el país por la crisis causada por el derrocamiento de Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009.
Sin embargo, “no creemos que algunas personas se vayan a atrever a realizar acciones en contra de la ley y el orden público y a cometer un delito” durante la investidura de Lobo, dijo Ordóñez.
Lobo, del opositor Partido Nacional, ganó las elecciones del 29 de noviembre y enfrenta la amenaza de gran parte de la comunidad internacional de no reconocer su Gobierno por considerar que los comicios se celebraron en un marco de ruptura constitucional.
Además, según el gobernante electo, la comunidad internacional pide el cumplimiento total del Acuerdo Tegucigalpa-San José que firmaron el 30 de octubre las delegaciones de Zelaya y del presidente de facto, Roberto Micheletti, en busca de resolver la crisis política.
Hasta ahora sólo el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, y el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, han confirmado su asistencia a la investidura de Lobo, según han anunciado sus respectivos gobiernos.
Lobo espera la renuncia del gobernante de Micheletti, a pesar de que este reiteró el miércoles pasado que no renunciará a la presidencia, antes de la toma de posesión, el 27 de enero.
“Roberto Micheletti va a tomar la mejor decisión y esperamos que así sea (que renuncie), pues esa decisión beneficiará a todos los hondureños”, dijo Lobo el sábado a medios locales.
“Esperemos que Dios le ilumine (a Micheletti) y lo inunde de sabiduría y que tome la mejor decisión. Tengo fe en que habrá mucha madurez, compresión y ecuanimidad en hacer lo que más convenga al interés nacional”, agregó.
Lobo Sosa ganó los comicios el 29 de noviembre anterior sobre su contendiente, el oficialista Elvin Santos, del Partido Liberal, el mismo al que pertenece Micheletti.
Zelaya, quien fue elegido en 2005, permanece desde el 21 de setiembre del 2009 en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, tras volver clandestinamente al país del que los militares lo expulsaron después de ser derrocado.
Presidente electo asumirá cargo el 27 de enero en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, al tiempo que gran parte de la comunidad internacional amenaza con no reconocer su Gobierno
Tegucigalpa/ EFE
Alrededor de dos mil policías y militares vigilarán la investidura de Porfirio Lobo, presidente electo de Honduras, el próximo 27 de enero, informó el jefe de la Policía de Tránsito, comisionado Ambrosio Ordóñez.“Los efectivos constituirán cinco anillos de seguridad adentro y afuera del Estadio Nacional de Tegucigalpa, donde se celebrará la ceremonia” dijo el oficial a medios locales.
En investiduras anteriores la vigilancia estuvo a cargo de unos 800 policías y militares, pero en esta ocasión se aumentará la cantidad ante las circunstancias que vive el país por la crisis causada por el derrocamiento de Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009.
Sin embargo, “no creemos que algunas personas se vayan a atrever a realizar acciones en contra de la ley y el orden público y a cometer un delito” durante la investidura de Lobo, dijo Ordóñez.
Lobo, del opositor Partido Nacional, ganó las elecciones del 29 de noviembre y enfrenta la amenaza de gran parte de la comunidad internacional de no reconocer su Gobierno por considerar que los comicios se celebraron en un marco de ruptura constitucional.
Además, según el gobernante electo, la comunidad internacional pide el cumplimiento total del Acuerdo Tegucigalpa-San José que firmaron el 30 de octubre las delegaciones de Zelaya y del presidente de facto, Roberto Micheletti, en busca de resolver la crisis política.
Hasta ahora sólo el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, y el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, han confirmado su asistencia a la investidura de Lobo, según han anunciado sus respectivos gobiernos.
Lobo espera la renuncia del gobernante de Micheletti, a pesar de que este reiteró el miércoles pasado que no renunciará a la presidencia, antes de la toma de posesión, el 27 de enero.
“Roberto Micheletti va a tomar la mejor decisión y esperamos que así sea (que renuncie), pues esa decisión beneficiará a todos los hondureños”, dijo Lobo el sábado a medios locales.
“Esperemos que Dios le ilumine (a Micheletti) y lo inunde de sabiduría y que tome la mejor decisión. Tengo fe en que habrá mucha madurez, compresión y ecuanimidad en hacer lo que más convenga al interés nacional”, agregó.
Lobo Sosa ganó los comicios el 29 de noviembre anterior sobre su contendiente, el oficialista Elvin Santos, del Partido Liberal, el mismo al que pertenece Micheletti.
Zelaya, quien fue elegido en 2005, permanece desde el 21 de setiembre del 2009 en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, tras volver clandestinamente al país del que los militares lo expulsaron después de ser derrocado.