Costa Rica ocupó el 3° lugar de Latinoamérica en transición energética en 2023

Costa Rica se ubicó de tercero en Latinoamérica en el último Índice de Transición Energética (ETI, por sus siglas en inglés), publicado por el Foro Económico Mundial en junio del año pasado.

El estudio analiza el rendimiento actual del sistema energético de 120 países y qué tan preparados están para la transición con base en cinco componentes: equidad e inclusión, seguridad, sostenibilidad, marco regulatorio e inversión, y factores habilitadores.

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Nuestro país obtuvo un puntaje general de 63,5 de 100, por encima del promedio mundial (56,3).

El sistema energético nacional obtuvo 74,5 puntos, mientras que en preparación para la transición el resultado fue de 46,9.

El componente de sostenibilidad fue uno de los más destacados en nuestro caso, el cual combina eficiencia energética, descarbonización y avances hacia sistemas de energía limpia.

En la última década, este indicador ha experimentado un crecimiento del 7% a nivel global, con Costa Rica como uno de los países a la cabeza.

“América Latina encabeza la lista en la dimensión sostenible con Costa Rica, Paraguay y Uruguay, debido al abundante potencial hidroeléctrico”, señala el reporte.

Brasil lidera en la región con un puntaje de 65,9 y Uruguay completa el podio con 63,6.

Guatemala (52) República Dominicana (50) y Honduras (48) son los menos preparados para la transición energética en Latinoamérica, según el Índice.

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A nivel mundial, Suecia, Dinamarca y Noruega lideran la lista de los países que más avanzan en su transición hacia energías limpias. Suecia se sitúa a la cabeza por cuarto año consecutivo.

Costa Rica ha tenido un aumento de 2,94 en la puntuación del ETI durante la última década (2014 a 2023, ya que el Índice del 2024 no ha sido publicado).

Nota del editor

Es importante resaltar el puntaje de preparación para la transición. Por décadas, Costa Rica se ha beneficiado de la energía hidroeléctrica y del amplio recurso de agua. Desde el año pasado, debido a los impactos del fenómeno de El Niño, las represas no han podido generar la cantidad de energía necesaria, obligando al país a operar generadores de combustibles para suplementar la red eléctrica. Es importante que el país empiece a reconocer esta debilidad y que comencemos a tomar decisiones como invertir en otras fuentes de energía como la geotermia, eólica y solar. Utilizando estos mismos sistemas, podemos crear un sistema de generación distribuida equilibrado y equitativo en el que la ciudadanía pueda participar sin incurrir en costos exagerados, tal como se está viendo actualmente en empresas y residencias que utilizan paneles solares y que se han visto sumamente afectadas por las nuevas tarifas para la generación solar impuestas.

Richard Blaser - Director digital, Socio