Conviene la buena vecindad
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 06 febrero, 2009
Con los países ocurre algo parecido a lo que pasa con los vecinos del barrio, si se tienen buenas relaciones todo marcha bien y se pueden lograr beneficios mutuos; en cambio, si las relaciones están mal esto puede causar pérdida de provecho u oportunidades también para ambos.
Desde luego que nos gusta que nuestros vecinos tengan la casa en orden y buenas costumbres para que todo marche bien cuando nos visitamos o compartimos actividades.
Del mismo modo, las relaciones bilaterales entre Nicaragua y Costa Rica deben ser siempre armoniosas para el mayor beneficio de ambas naciones. Son muchas las oportunidades que pueden derivarse de la colaboración y el entendimiento entre ticos y nicas en materia de inversiones y negocios, crecimiento y empleo, entre muchas otras actividades.
Es no solo conveniente sino necesario dejar de lado cualquier actitud politiquera y enfocar la atención en la conveniencia de que reine un clima propicio para el trabajo y la superación en estrecha cooperación entre costarricenses y nicaragüenses, dos pueblos que, por otra parte, siempre que han colaborado para empresas positivas libres de los efectos nocivos de carácter político, han obtenido buenos resultados y han estrechado lazos que deben fortalecerse.
Si innumerables actividades relacionadas, por ejemplo, con el mundo de la cultura han significado estrechar lazos entre estos dos pueblos, nada impide que la gente de un lado y otro de la frontera se ponga de acuerdo para emprender otras acciones en beneficio mutuo.
El problema siempre ha surgido por dimes y diretes entre políticos de los dos países sin que los ciudadanos de ambos lados tengan muy claro cuáles puedan ser las verdaderas motivaciones de trasfondo.
Lo mejor será que se limen asperezas y se emprendan actividades, mediante el entendimiento entre empresarios de uno y otro lado de la línea divisoria, para beneficio de todos y para el crecimiento de las dos naciones, que, de todos modos, seguirán siendo siempre vecinas. Si esto último es algo que no va a cambiar, lo mejor será que nos esforcemos por ser buenos vecinos.