Colón empujaría dólar hacia el piso
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 19 enero, 2009
Colón empujaría dólar hacia el piso
Ingreso de recursos públicos dolarizados y baja de la demanda de divisas para importar, provocarían apreciación de la moneda nacional; intervención del Central conllevaría a una constante volatilidad intrabandas
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
Pronosticar el futuro cambiario del colón frente al dólar es una tarea compleja, debido al entorno nacional e internacional que prevalece. Sin embargo, algunas variables les permiten a expertos formar distintas perspectivas.
En una mesa redonda organizada por INVERSIONISTA, analistas concluyeron que el sentir de los actores del mercado es que este año presentará características cambiarias similares a las de 2007. Es decir, prevalecería la apreciación del colón frente al dólar, llevando al tipo de cambio inclusive al piso de la banda: ¢500.
¿Por qué estas proyecciones? En términos de balanza por cuenta corriente, la caída en el precio internacional del barril de petróleo está reduciendo la salida de divisas del país.
Mientras el año anterior el precio promedio del barril fue de $100, hoy se reporta una baja de casi 67%. De mantenerse esta reducción, el país ahorraría unos $2.200 millones en la factura petrolera.
Por su parte, el sector importador dejaría de comprar hasta $1.200 millones en el año, debido a que poseen altos inventarios y a la disminución en el precio de algunos productos.
Sumado a ello el Gobierno tampoco necesitaría extraer dólares del sistema económico, ya que el grado de deuda se mantiene estable.
En contraste, se espera que ingresen divisas principalmente por préstamos del sector público.
Solamente el Banco Interamericano de Desarrollo girará $850 millones en el corto plazo, de los cuales el Ministerio de Obras Públicas y Transportes utilizará $350 millones para atender las zonas afectadas por el terremoto. Además, se espera que ingresen los $150 millones correspondientes a la compra de bonos de deuda que realizó el Gobierno chino.
Paralelamente, algunas empresas transnacionales que ofertan servicios están aumentando sus operaciones en el país. Igualmente se esperan nuevas inversiones de capital extranjero, como la ejecutada recientemente por unos $18 millones para operar Canal 9.
En el sector financiero, las capitalizaciones de HSBC, Scotiabank y Citibank superarán los $100 millones.
No queda de lado la expectativa por el ingreso de las empresas que competirían en el sector de telecomunicaciones y seguros. Analistas calculan que para que una empresa participe en el mercado de telecomunicaciones requeriría invertir por lo menos $1.000 millones.
En resumen, estos movimientos conllevarían hacia un mercado superavitario de dólares en el corto y mediano plazo, lo que generaría presiones hacia el piso de la banda cambiaria, como señalaron los analistas.
Sin embargo, este panorama no sería alentador para los exportadores, e inclusive se piensa que podría dañar en algún momento la competitividad del país.
Por ello, los expertos invitados a la mesa redonda no descartaron una intervención del Banco Central para impulsar el tipo cambiario hacia el techo de las bandas, hoy con un límite de ¢562,75.
No obstante, más allá de una estabilidad cambiaria a partir de esta posible intervención, lo que visualiza es una constante y agresiva volatilidad entre bandas. Eso sí, más cerca del piso que del techo, debido a la oferta de divisas presente en el mercado.
También habrá que esperar el comportamiento de las tasas de interés y del índice de precios al consumidor. Una baja en el segundo indicador sumado a una inflación de dos dígitos podría llevar al Central a presionar una devaluación del colón.
Pensando en el inversionista, los analistas aconsejaron evitar moverse al ritmo de la volatilidad del tipo de cambio, porque se podría perder a la hora de cambiar la posición de moneda constantemente. Ello a menos que posea capital dedicado exclusivamente para especular con las fluctuaciones.
Mantener un ahorro, ya sea en colones o dólares, con una finalidad definida es la dirección más recomendada. Por ejemplo, si requiere a futuro un monto determinado en dólares, debería dedicarse a tener una parte de los ahorros o inversiones en esa moneda, sin importar la variación cambiaria diaria; igual si es en colones o en euros.
Ingreso de recursos públicos dolarizados y baja de la demanda de divisas para importar, provocarían apreciación de la moneda nacional; intervención del Central conllevaría a una constante volatilidad intrabandas
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
Pronosticar el futuro cambiario del colón frente al dólar es una tarea compleja, debido al entorno nacional e internacional que prevalece. Sin embargo, algunas variables les permiten a expertos formar distintas perspectivas.
En una mesa redonda organizada por INVERSIONISTA, analistas concluyeron que el sentir de los actores del mercado es que este año presentará características cambiarias similares a las de 2007. Es decir, prevalecería la apreciación del colón frente al dólar, llevando al tipo de cambio inclusive al piso de la banda: ¢500.
¿Por qué estas proyecciones? En términos de balanza por cuenta corriente, la caída en el precio internacional del barril de petróleo está reduciendo la salida de divisas del país.
Mientras el año anterior el precio promedio del barril fue de $100, hoy se reporta una baja de casi 67%. De mantenerse esta reducción, el país ahorraría unos $2.200 millones en la factura petrolera.
Por su parte, el sector importador dejaría de comprar hasta $1.200 millones en el año, debido a que poseen altos inventarios y a la disminución en el precio de algunos productos.
Sumado a ello el Gobierno tampoco necesitaría extraer dólares del sistema económico, ya que el grado de deuda se mantiene estable.
En contraste, se espera que ingresen divisas principalmente por préstamos del sector público.
Solamente el Banco Interamericano de Desarrollo girará $850 millones en el corto plazo, de los cuales el Ministerio de Obras Públicas y Transportes utilizará $350 millones para atender las zonas afectadas por el terremoto. Además, se espera que ingresen los $150 millones correspondientes a la compra de bonos de deuda que realizó el Gobierno chino.
Paralelamente, algunas empresas transnacionales que ofertan servicios están aumentando sus operaciones en el país. Igualmente se esperan nuevas inversiones de capital extranjero, como la ejecutada recientemente por unos $18 millones para operar Canal 9.
En el sector financiero, las capitalizaciones de HSBC, Scotiabank y Citibank superarán los $100 millones.
No queda de lado la expectativa por el ingreso de las empresas que competirían en el sector de telecomunicaciones y seguros. Analistas calculan que para que una empresa participe en el mercado de telecomunicaciones requeriría invertir por lo menos $1.000 millones.
En resumen, estos movimientos conllevarían hacia un mercado superavitario de dólares en el corto y mediano plazo, lo que generaría presiones hacia el piso de la banda cambiaria, como señalaron los analistas.
Sin embargo, este panorama no sería alentador para los exportadores, e inclusive se piensa que podría dañar en algún momento la competitividad del país.
Por ello, los expertos invitados a la mesa redonda no descartaron una intervención del Banco Central para impulsar el tipo cambiario hacia el techo de las bandas, hoy con un límite de ¢562,75.
No obstante, más allá de una estabilidad cambiaria a partir de esta posible intervención, lo que visualiza es una constante y agresiva volatilidad entre bandas. Eso sí, más cerca del piso que del techo, debido a la oferta de divisas presente en el mercado.
También habrá que esperar el comportamiento de las tasas de interés y del índice de precios al consumidor. Una baja en el segundo indicador sumado a una inflación de dos dígitos podría llevar al Central a presionar una devaluación del colón.
Pensando en el inversionista, los analistas aconsejaron evitar moverse al ritmo de la volatilidad del tipo de cambio, porque se podría perder a la hora de cambiar la posición de moneda constantemente. Ello a menos que posea capital dedicado exclusivamente para especular con las fluctuaciones.
Mantener un ahorro, ya sea en colones o dólares, con una finalidad definida es la dirección más recomendada. Por ejemplo, si requiere a futuro un monto determinado en dólares, debería dedicarse a tener una parte de los ahorros o inversiones en esa moneda, sin importar la variación cambiaria diaria; igual si es en colones o en euros.