Candidata argentina Fernández elude campaña en el país
| Lunes 08 octubre, 2007
Candidata argentina Fernández elude campaña en el país
Buenos Aires
Bloomberg
La candidata presidencial argentina Cristina Fernández de Kirchner, cómoda en las encuestas de opinión, ya está adentrándose en el papel de sucesora de su esposo, el presidente Néstor Kirchner.
En los últimos tres meses a veces pareciera que Fernández, de 54 años, ha pasado tanto tiempo viajando por el exterior para reunirse con dirigentes extranjeros —Angela Merkel, canciller alemana; José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español; Tzipi Livni, canciller israelí— como en el país haciendo campaña. Esta semana mantendrá conversaciones sobre energía y comercio en Brasilia con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La ventaja de la senadora argentina —un 28% en un reciente sondeo— le permite evadir casi por completo la campaña en el país, lo que los opositores opinan que es, en sí misma una táctica de campaña: actuando como si ella fuera la jefa de Estado está haciendo que los votantes se vayan sintiendo cómodos con la idea, así como consolidando sus expectativas.
“Esta es su estrategia para convencer a los argentinos y a los dirigentes internacionales que ya es presidenta, con un triunfo inevitable”, dijo el senador Gerardo Morales, compañero de fórmula del candidato presidencial opositor Roberto Lavagna, en una entrevista. “Entretanto, evita enfrentar los problemas locales y esconde la cabeza bajo tierra”.
Aunque la popularidad de Kirchner se ha visto afectada por la escasez de energía, los escándalos de corrupción y la percepción de aceleración de la inflación, ello no parece estar arrastrando a su esposa.
Fernández aventaja a los 13 candidatos para los comicios del 28 de octubre y lidera en las encuestas con el 43% de intención de voto, dijo la empresa de encuestas Ricardo Rouvier & Asociados el 2 de octubre. Sus competidores más cercanos son Elida Carrió, del partido opositor ARI, con el 15%, y el ex ministro de Economía Lavagna, de UNA, con el 13%. El sondeo a 1.200 personas fue realizado entre el 24 y 30 de setiembre.
Para ganar la primera vuelta, un candidato debe obtener el 45% de los votos o sacar el 40% pero superando al que llegue en segundo lugar por lo menos en diez puntos porcentuales.
Si Fernández se convierte en la primera mujer elegida presidenta en Argentina, tendrá una ventaja inicial en desarrollar la política externa, área en la que muy probablemente se diferenciará de su esposo, dijo Juan Lindau, director del septo de ciencias políticas en el Colorado College de Colorado Springs.
“El daño a las relaciones internacionales de Argentina ha sido muy profundo”, dijo Lindau. “Podría tratar de reconstruir los lazos del país y mejorarlos”.
Las relaciones de la Argentina con Estados Unidos y Europa se agriaron después que el gobierno incumplió el pago de deuda externa por $95 mil millones en 2001 y se negó a negociar con tenedores de bonos que tienen valores por $20 mil millones. Estos habían rechazado los términos del gobierno. Argentina también incumplió la deuda con el Club de París, un grupo informal de acreedores que incluye a Estados Unidos, Alemania y Japón.
Desde el impago, Argentina no ha podido vender deuda en el exterior, recurriendo solo a emisiones conjuntas de bonos con Venezuela.
Buenos Aires
Bloomberg
La candidata presidencial argentina Cristina Fernández de Kirchner, cómoda en las encuestas de opinión, ya está adentrándose en el papel de sucesora de su esposo, el presidente Néstor Kirchner. En los últimos tres meses a veces pareciera que Fernández, de 54 años, ha pasado tanto tiempo viajando por el exterior para reunirse con dirigentes extranjeros —Angela Merkel, canciller alemana; José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español; Tzipi Livni, canciller israelí— como en el país haciendo campaña. Esta semana mantendrá conversaciones sobre energía y comercio en Brasilia con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La ventaja de la senadora argentina —un 28% en un reciente sondeo— le permite evadir casi por completo la campaña en el país, lo que los opositores opinan que es, en sí misma una táctica de campaña: actuando como si ella fuera la jefa de Estado está haciendo que los votantes se vayan sintiendo cómodos con la idea, así como consolidando sus expectativas.
“Esta es su estrategia para convencer a los argentinos y a los dirigentes internacionales que ya es presidenta, con un triunfo inevitable”, dijo el senador Gerardo Morales, compañero de fórmula del candidato presidencial opositor Roberto Lavagna, en una entrevista. “Entretanto, evita enfrentar los problemas locales y esconde la cabeza bajo tierra”.
Aunque la popularidad de Kirchner se ha visto afectada por la escasez de energía, los escándalos de corrupción y la percepción de aceleración de la inflación, ello no parece estar arrastrando a su esposa.
Fernández aventaja a los 13 candidatos para los comicios del 28 de octubre y lidera en las encuestas con el 43% de intención de voto, dijo la empresa de encuestas Ricardo Rouvier & Asociados el 2 de octubre. Sus competidores más cercanos son Elida Carrió, del partido opositor ARI, con el 15%, y el ex ministro de Economía Lavagna, de UNA, con el 13%. El sondeo a 1.200 personas fue realizado entre el 24 y 30 de setiembre.
Para ganar la primera vuelta, un candidato debe obtener el 45% de los votos o sacar el 40% pero superando al que llegue en segundo lugar por lo menos en diez puntos porcentuales.
Si Fernández se convierte en la primera mujer elegida presidenta en Argentina, tendrá una ventaja inicial en desarrollar la política externa, área en la que muy probablemente se diferenciará de su esposo, dijo Juan Lindau, director del septo de ciencias políticas en el Colorado College de Colorado Springs.
“El daño a las relaciones internacionales de Argentina ha sido muy profundo”, dijo Lindau. “Podría tratar de reconstruir los lazos del país y mejorarlos”.
Las relaciones de la Argentina con Estados Unidos y Europa se agriaron después que el gobierno incumplió el pago de deuda externa por $95 mil millones en 2001 y se negó a negociar con tenedores de bonos que tienen valores por $20 mil millones. Estos habían rechazado los términos del gobierno. Argentina también incumplió la deuda con el Club de París, un grupo informal de acreedores que incluye a Estados Unidos, Alemania y Japón.
Desde el impago, Argentina no ha podido vender deuda en el exterior, recurriendo solo a emisiones conjuntas de bonos con Venezuela.