Basura tecnológica y su crecimiento
| Lunes 01 marzo, 2010
Basura tecnológica y su crecimiento
El desarrollo tecnológico experimentado en las últimas décadas ha motivado a las nuevas generaciones a incorporar como parte de su vida cotidiana innumerables artículos electrónicos, que les permiten con un solo clic llegar a lugares no imaginados y conocer sobre temas que estaban únicamente, en manos de expertos.
Esto supone, que la tecnología del conocimiento y la informática, han impulsado la producción masiva y consumo de aparatos eléctricos y electrónicos, que una vez desechados, generan montañas de basura que no pueden ni deben ser tratados como basura convencional.
En el mundo se generan entre 20 y 50 millones de toneladas de residuos tecnológicos por año, y se cree que entre el 50% y el 80% de esta chatarra tecnológica acaba en países tercermundistas, como donaciones de países desarrollados.
A pesar del riesgo que implican para la salud, en muchos países incluyendo Costa Rica, no hay una normativa ambiental específica, en cuanto al tratamiento, recolección, reciclaje y disposición final de desechos electrónicos.
Este tipo de desechos representa el desperdicio sólido que más rápido aumenta en el mundo, se estima su aumento en un 28% cada cinco años, tres veces más rápido que todas las basuras juntas.
Se entiende, la basura tecnológica, como un conjunto de desechos, provenientes de computadoras, teléfonos celulares, televisores y electrodomésticos, con un alto contenido tóxico de algunas de sus partes que una vez descargados en el ambiente pueden provocar un impacto negativo, sobre el ser humano y su entorno.
Frente a esta permanente y creciente problemática de crecimiento de la basura electrónica en los países en desarrollo, se hace necesaria una legislación más fuerte que convoque a fabricantes y a usuarios a relacionar este tema con el cuidado del medio ambiente, y la exposición a respirar materiales tóxicos provenientes de este tipo de residuos.
Aunque el país carece de un programa especial de tratamiento de desechos electrónicos, las empresas, instituciones y los usuarios personales pueden recurrir a algunas entidades dedicadas al reciclaje como lo son la Universidad de Costa Rica y la Fundación Omar Dengo, que han realizado algunas campañas de concienciación.
Según expertos en reciclaje un computador tiene un 75% de material recuperable y negociable, sin embargo muchos de estos materiales no son biodegradables, porque durante su manufacturación son utilizados
sustancias químicas, algunas de ellas contaminantes y otras cancerígenas, ambos con gran capacidad de persistir en el medio ambiente.
Finalmente, ante el crecimiento y demanda de la producción de estos aparatos, se hace necesario incorporar mediante la ley o la educación un programa de consumo responsable que incluya el reciclado de estos equipos y el reacondicionamiento de equipos desechados para promover la reducción de la brecha digital.
Luis Fernando Allen Forbes
Asociación Salvemos El Río Pacuare
El desarrollo tecnológico experimentado en las últimas décadas ha motivado a las nuevas generaciones a incorporar como parte de su vida cotidiana innumerables artículos electrónicos, que les permiten con un solo clic llegar a lugares no imaginados y conocer sobre temas que estaban únicamente, en manos de expertos.
Esto supone, que la tecnología del conocimiento y la informática, han impulsado la producción masiva y consumo de aparatos eléctricos y electrónicos, que una vez desechados, generan montañas de basura que no pueden ni deben ser tratados como basura convencional.
En el mundo se generan entre 20 y 50 millones de toneladas de residuos tecnológicos por año, y se cree que entre el 50% y el 80% de esta chatarra tecnológica acaba en países tercermundistas, como donaciones de países desarrollados.
A pesar del riesgo que implican para la salud, en muchos países incluyendo Costa Rica, no hay una normativa ambiental específica, en cuanto al tratamiento, recolección, reciclaje y disposición final de desechos electrónicos.
Este tipo de desechos representa el desperdicio sólido que más rápido aumenta en el mundo, se estima su aumento en un 28% cada cinco años, tres veces más rápido que todas las basuras juntas.
Se entiende, la basura tecnológica, como un conjunto de desechos, provenientes de computadoras, teléfonos celulares, televisores y electrodomésticos, con un alto contenido tóxico de algunas de sus partes que una vez descargados en el ambiente pueden provocar un impacto negativo, sobre el ser humano y su entorno.
Frente a esta permanente y creciente problemática de crecimiento de la basura electrónica en los países en desarrollo, se hace necesaria una legislación más fuerte que convoque a fabricantes y a usuarios a relacionar este tema con el cuidado del medio ambiente, y la exposición a respirar materiales tóxicos provenientes de este tipo de residuos.
Aunque el país carece de un programa especial de tratamiento de desechos electrónicos, las empresas, instituciones y los usuarios personales pueden recurrir a algunas entidades dedicadas al reciclaje como lo son la Universidad de Costa Rica y la Fundación Omar Dengo, que han realizado algunas campañas de concienciación.
Según expertos en reciclaje un computador tiene un 75% de material recuperable y negociable, sin embargo muchos de estos materiales no son biodegradables, porque durante su manufacturación son utilizados
sustancias químicas, algunas de ellas contaminantes y otras cancerígenas, ambos con gran capacidad de persistir en el medio ambiente.
Finalmente, ante el crecimiento y demanda de la producción de estos aparatos, se hace necesario incorporar mediante la ley o la educación un programa de consumo responsable que incluya el reciclado de estos equipos y el reacondicionamiento de equipos desechados para promover la reducción de la brecha digital.
Luis Fernando Allen Forbes
Asociación Salvemos El Río Pacuare