Argentina entusiasta por regreso de presidenta

Durante la baja médica de Fernández, el oficialismo fue duramente castigado en las urnas en las elecciones legislativas del pasado 27 de octubre. Bloomberg/La República

El oficialismo mostró ayer su entusiasmo por la vuelta a la actividad de la presidenta argentina, Cristina Fernández, que retomará este lunes sus funciones tras someterse a una neurocirugía que la mantuvo apartada de la escena política.
En declaraciones publicadas ayer por el sitio web del Gobierno, el vicepresidente Amado Boudou aseguró tener la certeza de que desde hoy Fernández va a estar tirando del carro como siempre.
Según confirmaron fuentes oficiales, Fernández se reincorporará a sus funciones mañana, tras guardar reposo durante cuarenta días en la residencia presidencial de Olivos, a las afueras de Buenos Aires, sin que se la viera salir de allí más que para realizarse controles médicos en la capital.
Uno de los pocos funcionarios que en estas semanas tuvo acceso a la mandataria es el secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zanini, quien en declaraciones publicadas ayer por la prensa local dijo estar contento de que Fernández se haya recuperado tan rápido de todo lo que le pasó.
“La presidenta sabe que le están tirando buenas ondas para que este lunes retome con el pie derecho su gestión", afirmó Zanini.
Fernández, de 60 años, recibió el alta cardiológica el pasado lunes luego de que los médicos constataran su buen estado cardiovascular y que está en condiciones de retomar sus actividades formales.
La mandataria fue sometida el pasado 8 de octubre a una neurocirugía en el sanatorio de la Fundación Favaloro, de Buenos Aires, tras detectársele un hematoma craneal producto de una caída cuyas circunstancias no fueron informadas.
La mayor incógnita ahora es cómo será el regreso a la actividad de la mandataria, que según sondeos privados ha mejorado su imagen positiva tras la operación.
Algunos medios locales especulan con la posibilidad de que Fernández retome sus funciones este lunes en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo, en Buenos Aires, pero la mayor parte de la prensa afirma que la mandataria desempeñará sus funciones desde un despacho de la residencia de Olivos.
Tampoco hay información oficial sobre si la agenda de la jefa de Estado para los próximos días incluirá actos públicos, audiencias o viajes.
Lo que sí se sabe oficialmente es que de momento Fernández no puede viajar ni en helicóptero ni en avión, hasta tanto sus médicos se lo autoricen.
La presidenta solía trasladarse todos los días en helicóptero desde Olivos a la Casa Rosada y también para asistir a actos en sitios cercanos a la capital, pero por ahora esos trayectos los deberá cubrir en automóvil.
De momento, la mandataria tampoco podrá volar en avión, medio que utilizaba casi semanalmente para viajar a la sureña provincia de Santa Cruz, donde tiene su residencia privada.
En cuanto a los viajes al exterior, en agenda, antes de la cirugía, Fernández tenía apuntada para diciembre la cumbre semestral del Mercosur en Venezuela, pero esta cita fue pospuesta para el 17 de enero.
En principio, según lo anunciado el pasado lunes por el portavoz presidencial, Fernández será sometida el próximo 9 de diciembre a nuevos controles por neuroimagen para determinar si puede realizar viajes por vía aérea.
Antes de recibir el alta cardiológica, Fernández ya había obtenido el alta neurológica y quirúrgica el pasado día 9.
Los médicos decidieron, no obstante, hacerle un estudio Holter de 48 horas que reveló la ausencia de arritmia significativa, según el parte médico.
De todos modos, como ocurrió en estudios previos, volvió a observarse un bloqueo intermitente en la rama de conducción eléctrica izquierda que, según aseguraron los médicos, no interfiere con unas normales frecuencia y función cardíacas.
En ausencia de la mandataria, el Ejecutivo ha estado representado formalmente por Boudou, uno de los funcionarios peor valorados del Gabinete por su presunta vinculación con escándalos de corrupción y cuestionado incluso por algunos compañeros dentro del oficialismo en el gobierno sudamericano.
 

Buenos Aires/EFE