Volatilidad del dólar dificulta diversificación de carteras
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 08 marzo, 2010
Volatilidad del dólar dificulta diversificación de carteras
Juan Pablo Arias
jarias@larepublica.net
La poca certeza sobre el comportamiento del tipo de cambio ha comenzado a dificultar la estructuración de carteras y su diversificación con instrumentos en varias monedas.
Desde agosto el precio del dólar ha fluctuado en niveles muy cercanos a los ¢560, cerca del centro de las bandas, lo que ha evitado la intervención del Banco Central.
Al momento de comparar los rendimientos en moneda local con los rendimientos en dólares, se dificulta la determinación de la tasa de devaluación a considerar y el margen cambiario que enfrentaría un inversionista si quiere cambiar de moneda.
No obstante, es recomendable tener tanto dólares como colones dentro de un portafolio. “Lo que debe ser más sano, es recomponer un patrimonio en ambas monedas, recordando la diversificación. Tener una sola moneda es apostar a una sola alternativa y eso puede ser peligroso, más para un inversionista conservador”, señaló Norman García, economista de BCR Valores.
Con respecto a futuro de la divisa, el mercado espera que siga moviéndose entre las bandas.
“El tipo de cambio continuará experimentando volatilidad el resto del año”, comentó Gina Ampié, gerente de INS Valores, quien considera que las expectativas de los agentes económicos y sus decisiones de cambio de moneda impactan en la variación del macroprecio.
Según su apreciación, estas fluctuaciones se darían alrededor de los ¢550 por dólar, donde el indicador habría encontrado su nivel de equilibrio, sin embargo la evolución de los fundamentales de la economía podrían cambiar este pronóstico.
Por otro lado, los rendimientos de los instrumentos en dólares permanecerían dentro del rango mostrado a la fecha.
“Hay una alta probabilidad de que las tasas de interés internacionales se mantengan en los niveles actuales por lo menos durante todo 2010”, expresó García.
Eventualmente las tasas en dólares subirían conforme se recupere la economía estadounidense y la Reserva Federal ajuste su tasa de referencia al alza. Esto se traduciría en mayores rendimientos de los instrumentos en esa moneda.
No obstante, los inversionistas podrían optar cada vez menos por este tipo de instrumentos ante el riesgo cambiario asociado a la volatilidad de la divisa, explicó Ampié.
La demanda por este tipo de inversiones también estará condicionada por las expectativas y el premio que ofrezcan los instrumentos, pues algunos bonos de fideicomisos en el mercado local aún pagan un premio respecto a bonos soberanos.
“Cualquier cliente debe mantener inversiones líquidas”, señaló Ampié. También recomendó las inversiones en colones con tasas reales positivas y sobre todo mantener el calce en activos y pasivos por moneda para lidiar con el riesgo cambiario.
En colones, la tasa básica podría presentar variaciones a lo largo del año ya que condensa las tasas de captación de varios intermediarios financieros y pondera estas tasas de acuerdo con los montos colocados.
Mientras en INS Valores estiman que la tasa básica pasiva muestre una tendencia a la baja y cierre el año en un 6,5%, en BCR Valores creen que puede oscilar entre el 9% y el 10,5%, dependiendo del comportamiento de la liquidez.
Juan Pablo Arias
jarias@larepublica.net
La poca certeza sobre el comportamiento del tipo de cambio ha comenzado a dificultar la estructuración de carteras y su diversificación con instrumentos en varias monedas.
Desde agosto el precio del dólar ha fluctuado en niveles muy cercanos a los ¢560, cerca del centro de las bandas, lo que ha evitado la intervención del Banco Central.
Al momento de comparar los rendimientos en moneda local con los rendimientos en dólares, se dificulta la determinación de la tasa de devaluación a considerar y el margen cambiario que enfrentaría un inversionista si quiere cambiar de moneda.
No obstante, es recomendable tener tanto dólares como colones dentro de un portafolio. “Lo que debe ser más sano, es recomponer un patrimonio en ambas monedas, recordando la diversificación. Tener una sola moneda es apostar a una sola alternativa y eso puede ser peligroso, más para un inversionista conservador”, señaló Norman García, economista de BCR Valores.
Con respecto a futuro de la divisa, el mercado espera que siga moviéndose entre las bandas.
“El tipo de cambio continuará experimentando volatilidad el resto del año”, comentó Gina Ampié, gerente de INS Valores, quien considera que las expectativas de los agentes económicos y sus decisiones de cambio de moneda impactan en la variación del macroprecio.
Según su apreciación, estas fluctuaciones se darían alrededor de los ¢550 por dólar, donde el indicador habría encontrado su nivel de equilibrio, sin embargo la evolución de los fundamentales de la economía podrían cambiar este pronóstico.
Por otro lado, los rendimientos de los instrumentos en dólares permanecerían dentro del rango mostrado a la fecha.
“Hay una alta probabilidad de que las tasas de interés internacionales se mantengan en los niveles actuales por lo menos durante todo 2010”, expresó García.
Eventualmente las tasas en dólares subirían conforme se recupere la economía estadounidense y la Reserva Federal ajuste su tasa de referencia al alza. Esto se traduciría en mayores rendimientos de los instrumentos en esa moneda.
No obstante, los inversionistas podrían optar cada vez menos por este tipo de instrumentos ante el riesgo cambiario asociado a la volatilidad de la divisa, explicó Ampié.
La demanda por este tipo de inversiones también estará condicionada por las expectativas y el premio que ofrezcan los instrumentos, pues algunos bonos de fideicomisos en el mercado local aún pagan un premio respecto a bonos soberanos.
“Cualquier cliente debe mantener inversiones líquidas”, señaló Ampié. También recomendó las inversiones en colones con tasas reales positivas y sobre todo mantener el calce en activos y pasivos por moneda para lidiar con el riesgo cambiario.
En colones, la tasa básica podría presentar variaciones a lo largo del año ya que condensa las tasas de captación de varios intermediarios financieros y pondera estas tasas de acuerdo con los montos colocados.
Mientras en INS Valores estiman que la tasa básica pasiva muestre una tendencia a la baja y cierre el año en un 6,5%, en BCR Valores creen que puede oscilar entre el 9% y el 10,5%, dependiendo del comportamiento de la liquidez.