Tarifas bajas y más viajes del ferry reducirían impacto de cierres comerciales por lluvias, terremotos y conflictos políticos

La necesidad de que los empresarios puedan contar con un servicio de ferry entre Costa Rica y El Salvador con más viajes y tarifas más bajas, que permitan reducir el impacto ante cierres comerciales por lluvias, terremotos y conflictos, es urgente.

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Y es que, el problema que se vivió entre Costa Rica y Honduras, la semana pasada, por la solicitud recíproca de visas, dejó en evidencia que el transporte terrestre es difícil de sustituir por el ferry entre Costa Rica y El Salvador.

Pese a que el servicio le sirvió a algunas empresas, sobre todo las más grandes, los costos de logística, el bodegaje y el exceso de requisitos que les piden a los transportistas provocaron que el ferry no fuera su mejor aliado.

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“Si bien el servicio constituye una alternativa de alivio ante el cierre de fronteras en el norte o de congestionamiento en las vías terrestres para salir de Paso Canoas, lo cierto es que no soluciona de forma total una eventualidad ya que los volúmenes que se pueden transportar vía ferry son inferiores al total de la carga terrestre que transita diaria o mensualmente desde y hacia la región”, aseguró Katherine Chaves, directora ejecutiva de Crecex.

Ahora bien, los requisitos que se les piden a los transportistas en la mayoría de los casos no los cumplen, como la póliza de riesgos del trabajo, que estén inscritos en la Caja, portación de equipo de protección personal como casco, chaleco y zapato de seguridad. Además, deben de pagar un carnét que tiene un costo de $5,65.

Todo esto, llevó a que los empresarios prefirieran contratar transportistas salvadoreños o guatemaltecos a los que no les pedían visa para reducir los costos y que las cargas llegaran a tiempo.

“El ferry ayuda muchísimo a aquellas empresas que tienen presupuesto para asumir un costo mayor, pero realmente no compensa el transporte terrestre y en una emergencia como la que tuvimos con Honduras y con Guatemala (por problemas políticos y sociales) no se compensa, aunque se aumente a dos o tres viajes”, destacó Roxana Sossa, empresaria.

Que el ferry logre alcanzar una mayor rentabilidad y que ofrezca en un corto o mediano plazo un servicio menos costoso y con un itinerario más amplio por semana, lo cual disminuiría los costos de logística, sería lo ideal según la empresaria.

Incluso, en medio del conflicto, Michael Volks, director ejecutivo de Blue Wave, indicó que aumentar el número de viajes es una opción viable, aunque reconoció que la actividad del ferry se mantiene al 10% de su capacidad y que por eso, lo habían reducido a un solo viaje por semana.