Impunidad: grave peligro
Los costarricenses necesitan justicia pronta y cumplida en la realidad, no en retóricas estériles
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 14 diciembre, 2011
El país se encuentra en una situación gravísima, en palabras del propio Ministro de Justicia, Hernando París, quien así lo considera en caso de ser ciertos los datos en los que se basa un estudio realizado por el abogado penalista Juan Diego Castro y publicados por este medio ayer, sobre la impunidad reinante.
En la veracidad de los datos debemos creer puesto que, según Castro, fueron tomados de la propia Corte Suprema de Justicia para el análisis y esta no ha manifestado lo contrario.
Por otro lado, Luis Paulino Mora, presidente de la Corte, no respondió a los requerimientos de este medio para conversar sobre tan delicado tema.
Así las cosas, hay razones de sobra para estar alarmados, especialmente si se miran las cifras publicadas. En los 12 años que van desde 1998 a 2010, más de 4 mil personas fueron asesinadas en Costa Rica y de esos homicidios solo seis de cada diez finalizaron con una condena, el resto quedó sin culpables.
La tasa de homicidios alcanzó el año pasado la cifra de 11 crímenes por cada 100 mil habitantes, lo cual es considerado como una epidemia por la Organización Mundial de la Salud.
Así mismo, el 90% de las violaciones quedó en la impunidad también en el mismo lapso, y la situación es aún peor si se trata de robos e infracciones a la ley de psicotrópicos, ya que el 97% de esos casos queda sin condena, de acuerdo con el estudio.
Sin justicia pronta y cumplida no podemos sentirnos en una verdadera República. Antes bien, nos preguntamos sinceramente por qué las administraciones han permitido que se llegara a la actual situación sin poner freno a los desaciertos u omisiones que seguramente se fueron sumando para que el país esté como está en materia de impunidad.
Tenemos una sobrepoblación carcelaria del 26% y un rezago de al menos dos décadas en la construcción de nuevos recintos penales. ¿Cómo garantizar a la población que los delincuentes estarán encerrados si no hay lugar en las prisiones? ¿Cómo hablar de paz a los costarricenses si quienes se dedican a delinquir andan tranquilamente por las calles? ¿Para qué floridos discursos sobre planes y proyectos de los gobiernos para que Costa Rica avance en la ruta del desarrollo si no tenemos ni siquiera capacidad para condenar y encerrar a los que están matando, asaltando y acabando con la posibilidad de vivir en paz de las familias costarricenses?
Está más que claro. Los costarricenses necesitan justicia pronta y cumplida en la realidad, no en retóricas estériles.