Costa Rica debe ir por la senda del desarrollo económico
| Miércoles 17 octubre, 2007
Costa Rica debe ir por la senda del desarrollo económico
Debemos estar muy conscientes de que nuestro país debe tomar el camino hacia el desarrollo económico, para disminuir significativamente el nivel de pobreza. Actualmente este es de un 20.2% y afecta cerca de 1 millón de costarricenses. Hay que disminuir también la brecha entre los que más y los que menos tienen, para lo cual se debe encontrar un nuevo equilibrio entre el mercado y el interés general o el interés público que permita impactar a la mayoría de los costarricenses, mediante políticas públicas que van mas allá de la agenda complementaria al tratado de libre comercio, y dichas políticas públicas deben ser una forma de acción organizada para el logro de objetivos de interés común.
Debemos estar claros en que el sistema económico debe estar subordinado a objetivos sociales más amplios, en aras de lograr lazos de solidaridad.
Es necesario señalar algunos mecanismos que además del crecimiento económico, propicien una mejor distribución de la riqueza y por ende el desarrollo económico. Esta situación de inequidad demanda hoy una política de desarrollo incluyente. Por ello, uno de los criterios centrales de la política de desarrollo del gobierno debe ser no solo entregar bienes que mitiguen la pobreza, sino construir puentes para el desarrollo económico y social de los grupos marginados, muchos de los cuales durante décadas han estado excluidos, para que transiten de una condición de pobreza y exclusión, a una de progreso, bienestar y mejores condiciones de vida en forma sostenida. El desarrollo económico debe ser incluyente para ofrecer las oportunidades que necesitan para su crecimiento como personas y se requiere una nueva relación entre el gobierno y la sociedad, se requiere una política social de inclusión. Se necesita una considerable expansión de los mecanismos que permitan ampliar las capacidades de todos, especialmente los más desfavorecidos, al tiempo que se incrementan las oportunidades y se propicie que cada persona tenga acceso a ellas, lo que le permitirá ser sujeto de su propio desarrollo, al poseer los medios para progresar por su propio esfuerzo. Así, las acciones para promover el desarrollo del país estarán orientadas a lograr que los avances en los procesos de innovación y las oportunidades de acceso a la educación, vivienda, crédito, tecnología, al conocimiento técnico y al dominio de las mejores prácticas estén disponibles para todos los costarricenses. Debemos asegurar que todos estén incluidos en el proceso de desarrollo creando nuevas formas de inclusión. Hay que lograr el desarrollo económico y por ende lo que algunas economistas denominan el desarrollo social donde el desarrollo humano está muy ligado con el individuo, es decir que en la medida en que se tomen como prioridades la producción, la productividad y el empleo además de un adecuado sistema de redistribución de los ingresos del estado hacia quienes tienen menores ingresos, fortaleciendo los sistemas de seguridad social mediante servicios básicos en salud, vivienda y educación, el individuo y la sociedad en general, tendrán un mayor beneficio del Estado, y por ende desarrollo y bienestar en aras del bien común.
Crecientemente se coincide, en la necesidad de reorientar los Planes Nacionales de Desarrollo en torno a un eje principal, la equidad, es decir, la reducción de la desigualdad social en sus múltiples manifestaciones.
Lic. Bernal Monge Pacheco
Consultor Externo
Debemos estar muy conscientes de que nuestro país debe tomar el camino hacia el desarrollo económico, para disminuir significativamente el nivel de pobreza. Actualmente este es de un 20.2% y afecta cerca de 1 millón de costarricenses. Hay que disminuir también la brecha entre los que más y los que menos tienen, para lo cual se debe encontrar un nuevo equilibrio entre el mercado y el interés general o el interés público que permita impactar a la mayoría de los costarricenses, mediante políticas públicas que van mas allá de la agenda complementaria al tratado de libre comercio, y dichas políticas públicas deben ser una forma de acción organizada para el logro de objetivos de interés común.
Debemos estar claros en que el sistema económico debe estar subordinado a objetivos sociales más amplios, en aras de lograr lazos de solidaridad.
Es necesario señalar algunos mecanismos que además del crecimiento económico, propicien una mejor distribución de la riqueza y por ende el desarrollo económico. Esta situación de inequidad demanda hoy una política de desarrollo incluyente. Por ello, uno de los criterios centrales de la política de desarrollo del gobierno debe ser no solo entregar bienes que mitiguen la pobreza, sino construir puentes para el desarrollo económico y social de los grupos marginados, muchos de los cuales durante décadas han estado excluidos, para que transiten de una condición de pobreza y exclusión, a una de progreso, bienestar y mejores condiciones de vida en forma sostenida. El desarrollo económico debe ser incluyente para ofrecer las oportunidades que necesitan para su crecimiento como personas y se requiere una nueva relación entre el gobierno y la sociedad, se requiere una política social de inclusión. Se necesita una considerable expansión de los mecanismos que permitan ampliar las capacidades de todos, especialmente los más desfavorecidos, al tiempo que se incrementan las oportunidades y se propicie que cada persona tenga acceso a ellas, lo que le permitirá ser sujeto de su propio desarrollo, al poseer los medios para progresar por su propio esfuerzo. Así, las acciones para promover el desarrollo del país estarán orientadas a lograr que los avances en los procesos de innovación y las oportunidades de acceso a la educación, vivienda, crédito, tecnología, al conocimiento técnico y al dominio de las mejores prácticas estén disponibles para todos los costarricenses. Debemos asegurar que todos estén incluidos en el proceso de desarrollo creando nuevas formas de inclusión. Hay que lograr el desarrollo económico y por ende lo que algunas economistas denominan el desarrollo social donde el desarrollo humano está muy ligado con el individuo, es decir que en la medida en que se tomen como prioridades la producción, la productividad y el empleo además de un adecuado sistema de redistribución de los ingresos del estado hacia quienes tienen menores ingresos, fortaleciendo los sistemas de seguridad social mediante servicios básicos en salud, vivienda y educación, el individuo y la sociedad en general, tendrán un mayor beneficio del Estado, y por ende desarrollo y bienestar en aras del bien común.
Crecientemente se coincide, en la necesidad de reorientar los Planes Nacionales de Desarrollo en torno a un eje principal, la equidad, es decir, la reducción de la desigualdad social en sus múltiples manifestaciones.
Lic. Bernal Monge Pacheco
Consultor Externo