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Un signo que da esperanza

Miguel Angel Rodríguez marodrige@gmail.com | Lunes 20 octubre, 2014


Les debemos reconocimiento y gratitud a los diputados y diputadas de Hacendarios


DISYUNTIVAS

Un signo que da esperanza

Usualmente la discusión del presupuesto es un espectáculo con actores que interpretan papeles predeterminados: un gobierno que justifica su proyecto, diputados oficialistas que lo defienden, algunos diputados que tratan de incorporar recursos en beneficio de sus comunidades, y unos pocos de oposición que escudriñan las cifras para señalar excesos en lo solicitado.
Esta vez no se ha dado esa actuación.
El gobierno presentó su proyecto con un inmenso crecimiento en los gastos. Algunos habíamos creído que ante la magnitud del déficit de este año, la deuda pública ya acumulada y el gran incremento de los egresos ordinarios y no de inversión ocurrido en los dos gobiernos anteriores, se tendría sumo cuidado en presentar un nivel de gasto corriente que apenas cubriese la inflación esperada.
La posición del Sr. Presidente de la República de no proponer aumento de los impuestos en los dos primeros años de gobierno, hacía pensar que se quería contar con tiempo para mostrar disminución en el nivel de gasto y reformas en las institucionalidades burocrática y de contratación pública, que convencieran a los ciudadanos y a los partidos de la conveniencia de nuevos niveles tributarios.
No fue así, desdichadamente.
Afortunadamente, diputados de varios partidos, incluidos representantes del gobernante, se plantearon desde el inicio del trámite del presupuesto la necesidad de reducirlo. La tarea ha sido difícil. Enfrentan la oposición de los jerarcas de los entes ejecutores, lo cual es normal, pero también la del Sr. Presidente y el Sr. Ministro de Hacienda, lo cual es de extrañar dada la importancia de que la situación fiscal no se salga de control.
El dictamen aprobado por la Comisión de Hacendarios significa una importante mejora del proyecto recibido. Los gastos corrientes se reducen en ¢97.000 millones, lo que significa una reducción de un 0,33% del PIB.
Se establece una norma para que las entidades respectivas puedan utilizar recursos no ejecutados de presupuestos anteriores para sufragar gastos autorizados este año. Eso significa disminuir el egreso potencial de presupuestos anteriores que tengan autorizaciones de gasto vigentes. Con esa medida, el menor gasto real ejecutado en 2015 puede ser desde 0% hasta 0,33% del PIB. La posposición de pago de deuda pública propuesta por Hacienda no significa disminución de gasto corriente.
El dictamen contiene otras normas de ejecución que significarán un mayor control, evaluación y responsabilidad política de los jerarcas. Si con ellas se obtiene que la subejecución del gasto no disminuya del promedio del 0,9% del PIB de los últimos cinco años, al final de 2015 el déficit de ejecución presupuestaria podría ser del orden del 5,2 al 5,5%% del PIB.
Este resultado sería menor que el que se espera para este año. Pero eso dependerá del cuidado que el Presidente, el Ministro de Hacienda y los jerarcas públicos pongan al ejecutar el gasto.
Dado el alto nivel de la deuda pública, ese no es un resultado aceptable, pero sería mejor que el proyectado por el BCCR y que el correspondiente al proyecto de presupuesto del Ejecutivo. Les debemos reconocimiento y gratitud a los diputados y diputadas de Hacendarios.

Miguel Ángel Rodríguez

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