Sí a la exploración petrolera

Jonathan Prendas

Diputado

Nueva República

Tan solo unos días después de sufrir un severo revés en el Congreso, volverá al Plenario legislativo un nuevo proyecto de ley que pretende eliminar el uso de combustibles fósiles en Costa Rica y declarar el territorio nacional libre de la exploración de petróleo y gas natural.

La semana pasada, los diputados de la Comisión de Ambiente aprobaron el texto, prácticamente una copia de la anterior iniciativa, y con ello intentan revivir una idea que no le conviene al país. De inmediato, la fracción de Nueva República anunció que presentará mil mociones para evitar su aprobación.

Lo hicimos porque el dictamen de esta iniciativa es inoportuno, porque entendemos que el aprovechamiento de estos recursos haría posible el desarrollo del país. Negar esa posibilidad es cometer una grave equivocación que pagarán las presentes y futuras generaciones de costarricenses.

En sintonía con nuestra postura, representantes del Colegio de Geólogos de Costa Rica mostraron su preocupación por el proyecto y explicaron que “como especialistas en el tema, estamos convencidos que el país debe conocer sus recursos naturales en lugar de prohibir su investigación. Sobre todo en la actualidad, que estamos en medio de una crisis mundial, despreciar el potencial productivo de nuestros recursos para beneficio del pueblo sería un error”.

Los geólogos hicieron un llamado a los diputados que apoyan esta iniciativa para reconsiderar su postura e indicaron que las proyecciones internacionales indican que el petróleo y el gas natural mantendrán la primacía dentro de la matriz energética mundial por un largo tiempo.

Apoyar la exploración no significa renunciar al desarrollo de otras fuentes limpias de energía ni supone que el país perderá su liderazgo en la conservación del medio ambiente; se trata de aprovechar estos recursos para estabilizar nuestra economía, trasladándole a la sociedad costarricense los beneficios económicos y comerciales que producen estas actividades.

El petróleo, el gas natural y el oro pueden darnos los fondos que necesitamos para tener una mejor calidad de vida. Nueva República propuso titularizar los flujos futuros derivados de la exploración y futura explotación de estos recursos naturales para pagar el 20% de la deuda en cuatro años, lo cual le permitirá al país invertir en proyectos que traerán progreso y bienestar.

Esta propuesta se orienta hacia una política pública que promueva un modelo de exploración y explotación sostenible. Noruega es el ejemplo de una nación que logró establecer una industria petrolera y de gas natural diversificada y, a la vez, compatible con el medio ambiente.

Con liderazgo, dirección y un compromiso por llevarle bienestar a su gente, en cuestión de unas décadas ese país nórdico se convirtió en un importante exportador y en un experto en el uso y desarrollo de los mejores recursos tecnológicos para ofrecer soluciones y productos de punta para la industria.

Este esfuerzo vino acompañado por políticas que permitieron el crecimiento de otras actividades industriales paralelas, para evitar la dependencia del sector, y en dar sólidos pasos para potenciar la investigación, las estrategias comerciales globales, la sana administración de los recursos públicos y la eficiencia del aparato estatal.

Esa es la fórmula: un desarrollo sostenible que nos permita acabar con la pobreza y la desigualdad. Costa Rica lo merece.