Otra de Claudia Barrionuevo
| Sábado 11 junio, 2011
Otra de Claudia Barrionuevo
Cuando leí la crítica que William Venegas hizo de “La segunda oportunidad”, de Claudia, diciendo que es un “teatro conceptualmente inútil con una puesta en escena baladí, en donde tres buenas actrices se ven obligadas a tratar de darle cuerpo a este teatro desarticulado, pero es como ponerle cuerpo a un fuego fatuo, más cuando están tan mal dirigidas”, pensé que William había sido muy riguroso. Entonces busqué la crítica de Andrés Sáenz y encontré que le achaca a Claudia “actuaciones estereotipadas, falta de definición dramática, argumento confuso, evolución predecible de los personajes y situaciones, y débil intento de hacer crítica al entorno socio-político”. Me preocupé, pero al leer la crítica que me hace como diputado me tranquilicé; es brillante y merece un lugar en la Antología Universal del Ensayo junto a Mohurino y Guardiola, ilustres ensayistas, ¿o son entrenadores de fútbol? Perdone, Claudia, a mis años me falla la memoria, con decirle que confundí a Yolanda con Eunice. Si Claudia mandara este artículo al Premio María Teresa León, en vez premiar en 2003 a Carmen Pompero y en 2005 a Neher Jacqueline Briceño, y relegarla a ella al accésit, hubiese ganado. Pero Clau, perdón por la confianza que suelen tomarse los agredidos gratuitamente, no es cierto que yo votara contra la declaración de Héroe Nacional y Libertador a Juanito Mora, al contrario, el acta 77 del 16 de setiembre de 2010 demuestra que voté a favor. Lo mío, Claudia, no es ignorancia, es un error. Errar es de humanos, juzgar es de dioses, y escribir artículos es de dramaturgas infalibles. En cuanto a la carretera de Caldera podemos diferir en mucho, pero si sus fallos afloran dentro del periodo de garantía, sus costos los asume la empresa concesionaria y no los costarricenses. Y yo lamento mucho la muerte y los accidentes en esa vía. No intento parecer culto, soy con defectos y virtudes, como todos, menos los articulistas de opinión. En el plenario los diputados corremos el riesgo de que la versión oral del discurso no coincida con la transcripción del acta, por dicción, ruidos e interferencias la grabación. Por eso corregimos el acta, pero si le molesta le prometo seguirlo haciendo. Don William Venegas tiene en su blog esta anécdota: “Cuando Claudia Barrionuevo dirigió su primer trabajo (…), fue “La Casa”, de Daniel Gallegos. Hace años. Hacía yo crítica para el semanario Libertad, órgano del Partido Vanguardia Popular. Ella y yo éramos comunistas, pues. La crítica le fue adversa a su trabajo. A los días, José Merino, a la sazón director de Libertad, me entregó una carta de Claudia al Comité Central del Partido donde ella exponía su queja por mi crítica. Su alegato se basaba en que no era bueno que el periódico del Partido hablara mal del trabajo de un artista también del Partido y que, por eso, dicha crítica debió haber sido laudatoria o no debió haberse publicado”. Anímese Claudia, escriba una obra que podría titularse “Diputados, Yolanda, Eunice y yo” y la manda al Premio Lope de Vega, me gustaría que la premiaran de verdad en España, solita y no aquí en Costa Rica en coautoría con Walter. Como se merece. Como a Anita Istarú.
Fabio Molina
Diputado
Cuando leí la crítica que William Venegas hizo de “La segunda oportunidad”, de Claudia, diciendo que es un “teatro conceptualmente inútil con una puesta en escena baladí, en donde tres buenas actrices se ven obligadas a tratar de darle cuerpo a este teatro desarticulado, pero es como ponerle cuerpo a un fuego fatuo, más cuando están tan mal dirigidas”, pensé que William había sido muy riguroso. Entonces busqué la crítica de Andrés Sáenz y encontré que le achaca a Claudia “actuaciones estereotipadas, falta de definición dramática, argumento confuso, evolución predecible de los personajes y situaciones, y débil intento de hacer crítica al entorno socio-político”. Me preocupé, pero al leer la crítica que me hace como diputado me tranquilicé; es brillante y merece un lugar en la Antología Universal del Ensayo junto a Mohurino y Guardiola, ilustres ensayistas, ¿o son entrenadores de fútbol? Perdone, Claudia, a mis años me falla la memoria, con decirle que confundí a Yolanda con Eunice. Si Claudia mandara este artículo al Premio María Teresa León, en vez premiar en 2003 a Carmen Pompero y en 2005 a Neher Jacqueline Briceño, y relegarla a ella al accésit, hubiese ganado. Pero Clau, perdón por la confianza que suelen tomarse los agredidos gratuitamente, no es cierto que yo votara contra la declaración de Héroe Nacional y Libertador a Juanito Mora, al contrario, el acta 77 del 16 de setiembre de 2010 demuestra que voté a favor. Lo mío, Claudia, no es ignorancia, es un error. Errar es de humanos, juzgar es de dioses, y escribir artículos es de dramaturgas infalibles. En cuanto a la carretera de Caldera podemos diferir en mucho, pero si sus fallos afloran dentro del periodo de garantía, sus costos los asume la empresa concesionaria y no los costarricenses. Y yo lamento mucho la muerte y los accidentes en esa vía. No intento parecer culto, soy con defectos y virtudes, como todos, menos los articulistas de opinión. En el plenario los diputados corremos el riesgo de que la versión oral del discurso no coincida con la transcripción del acta, por dicción, ruidos e interferencias la grabación. Por eso corregimos el acta, pero si le molesta le prometo seguirlo haciendo. Don William Venegas tiene en su blog esta anécdota: “Cuando Claudia Barrionuevo dirigió su primer trabajo (…), fue “La Casa”, de Daniel Gallegos. Hace años. Hacía yo crítica para el semanario Libertad, órgano del Partido Vanguardia Popular. Ella y yo éramos comunistas, pues. La crítica le fue adversa a su trabajo. A los días, José Merino, a la sazón director de Libertad, me entregó una carta de Claudia al Comité Central del Partido donde ella exponía su queja por mi crítica. Su alegato se basaba en que no era bueno que el periódico del Partido hablara mal del trabajo de un artista también del Partido y que, por eso, dicha crítica debió haber sido laudatoria o no debió haberse publicado”. Anímese Claudia, escriba una obra que podría titularse “Diputados, Yolanda, Eunice y yo” y la manda al Premio Lope de Vega, me gustaría que la premiaran de verdad en España, solita y no aquí en Costa Rica en coautoría con Walter. Como se merece. Como a Anita Istarú.
Fabio Molina
Diputado