Latinoamérica crea discordia entre GM y Fiat
| Viernes 15 mayo, 2009
Latinoamérica crea discordia entre GM y Fiat
Nuneva York
AFP
El futuro de las operaciones latinoamericanas de General Motors (GM) es el principal punto de fricción en las negociaciones entre el fabricante automotor estadounidense y su competidor italiano Fiat, que ambiciona liderar un gran grupo transatlántico, según el Financial Times.
“América Latina, es ahí donde duele”, declaró una persona durante las discusiones consultada por el diario británico. “General Motors no va a (...) entregarla en bandeja”, añadió.
Las divergencias entre GM y Fiat sobre la filial alemana del estadounidense, Opel, son igualmente importantes: Fiat quisiera que GM limitara su participación a 20% mientras que el estadounidense quisiera guardar el 40%, según el diario.
Las discusiones sobre el futuro de Opel, y otras marcas de las que GM piensa deshacerse, suceden cuando GM se encuentra inmerso en una carrera contrarreloj para demostrar antes de fin de mes al gobierno de Barack Obama que es viable. En caso contrario, el constructor se acogerá a la ley de quiebras tal y como hizo su competidor Chrysler hace dos semanas.
Nuneva York
AFP
El futuro de las operaciones latinoamericanas de General Motors (GM) es el principal punto de fricción en las negociaciones entre el fabricante automotor estadounidense y su competidor italiano Fiat, que ambiciona liderar un gran grupo transatlántico, según el Financial Times.
“América Latina, es ahí donde duele”, declaró una persona durante las discusiones consultada por el diario británico. “General Motors no va a (...) entregarla en bandeja”, añadió.
Las divergencias entre GM y Fiat sobre la filial alemana del estadounidense, Opel, son igualmente importantes: Fiat quisiera que GM limitara su participación a 20% mientras que el estadounidense quisiera guardar el 40%, según el diario.
Las discusiones sobre el futuro de Opel, y otras marcas de las que GM piensa deshacerse, suceden cuando GM se encuentra inmerso en una carrera contrarreloj para demostrar antes de fin de mes al gobierno de Barack Obama que es viable. En caso contrario, el constructor se acogerá a la ley de quiebras tal y como hizo su competidor Chrysler hace dos semanas.