ICE defiende aumento eléctrico
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 02 diciembre, 2008
ICE defiende aumento eléctrico
Luis Valverde
lvalverde@larepublica.net
La defensa es férrea y la oposición que ha existido no los ha hecho cambiar de opinión. Por el contrario, en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) defienden a capa y espada la necesidad de un aumento en las tarifas de energía.
A través de un mensaje televisivo transmitido ayer Pedro Pablo Quirós, presidente de la Institución, reclamó la pronta aprobación de los incrementos, los cuales promedian un 36%.
Es nuestra obligación actuar a tiempo y con rigor técnico para satisfacer la creciente demanda de hoy y del futuro… la razón principal de ese ajuste son los costos de operación, y dentro de estos, la necesidad de garantizar la compra de combustibles para la generación térmica”, adujo Quirós.
La necesidad de producir electricidad a base de combustibles se da a pesar de que hasta ahora no se ha producido una época de sequía al cierre del invierno — como sí ocurrió hace dos años— cuando se produjeron los cortes eléctricos debido al bajo nivel de los embalses de Cachí y Arenal.
Aún así, y a pesar de que las lluvias aún no cesan, Quirós consideró que existen riesgos de cortes.
“Para evitar cortes eléctricos en el verano que está por comenzar debemos pagar los combustibles con recursos sanos. Según la reglamentación que se nos impone, no es posible pedir préstamos con ese fin.
La solicitud de ajuste tarifario se encuentra pendiente de definir por parte de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), a donde han acudido diversos sectores y representantes sociales y empresariales a manifestar su oposición.
En ese sentido, empresas como Intel, una de las compañías que participó en la audiencia pública efectuada el 20 de noviembre, argumentaron acerca de la baja en los precios del petróleo, lo cual no estaría siendo tomado en cuenta en la petición de alza.
Algunas estimaciones indican que con la caída en los precios del crudo, el ICE gastaría unos ¢88 mil millones por concepto de factura petrolera y no los ¢176 mil millones estimados en un inicio.
Luis Valverde
lvalverde@larepublica.net
La defensa es férrea y la oposición que ha existido no los ha hecho cambiar de opinión. Por el contrario, en el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) defienden a capa y espada la necesidad de un aumento en las tarifas de energía.
A través de un mensaje televisivo transmitido ayer Pedro Pablo Quirós, presidente de la Institución, reclamó la pronta aprobación de los incrementos, los cuales promedian un 36%.
Es nuestra obligación actuar a tiempo y con rigor técnico para satisfacer la creciente demanda de hoy y del futuro… la razón principal de ese ajuste son los costos de operación, y dentro de estos, la necesidad de garantizar la compra de combustibles para la generación térmica”, adujo Quirós.
La necesidad de producir electricidad a base de combustibles se da a pesar de que hasta ahora no se ha producido una época de sequía al cierre del invierno — como sí ocurrió hace dos años— cuando se produjeron los cortes eléctricos debido al bajo nivel de los embalses de Cachí y Arenal.
Aún así, y a pesar de que las lluvias aún no cesan, Quirós consideró que existen riesgos de cortes.
“Para evitar cortes eléctricos en el verano que está por comenzar debemos pagar los combustibles con recursos sanos. Según la reglamentación que se nos impone, no es posible pedir préstamos con ese fin.
La solicitud de ajuste tarifario se encuentra pendiente de definir por parte de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), a donde han acudido diversos sectores y representantes sociales y empresariales a manifestar su oposición.
En ese sentido, empresas como Intel, una de las compañías que participó en la audiencia pública efectuada el 20 de noviembre, argumentaron acerca de la baja en los precios del petróleo, lo cual no estaría siendo tomado en cuenta en la petición de alza.
Algunas estimaciones indican que con la caída en los precios del crudo, el ICE gastaría unos ¢88 mil millones por concepto de factura petrolera y no los ¢176 mil millones estimados en un inicio.