Alianza del Pacífico es pilar para la reactivación económica este 2024 afirman empresarios

Retomar las negociaciones para el ingreso de Costa Rica a la Alianza del Pacífico es el llamado que hacen los líderes de las principales cámaras empresariales.

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Esto permitiría a Costa Rica acceder a un trato preferencial en un mercado de 230 millones de personas, con países conocidos desde el punto de vista comercial como lo son: Chile, Colombia, México y Perú, además, sería la puerta de entrada para negociar con los países de Asia.

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El año pasado, las discusiones se interrumpieron como consecuencia de la crisis política que vivió Perú y así lo anunció oficialmente Manuel Tovar, ministro de Comercio Exterior, sin embargo, es el momento de que se retomen afirman los líderes empresariales.

“El 2024 debe ser un año muy favorable para retomar la incorporación del país y aprovechar esa ruta natural que logre integrar las cadenas globales y regionales de valor entre la zona suramericana y el Asia Pacífico ampliado”, aseguró Katherine Chaves, directora ejecutiva de la Cámara de Representantes de Casas Extranjeras.

Agregó que la Alianza genera mayores oportunidades comerciales y de inversión en ambas vías.

Además, permite el acceso de Costa Rica a iniciativas y proyectos regionales significativos y de enorme valor agregado en cuanto a: inversiones, turismo, proyección y promoción país, empresarialidad, reconocimiento mutuo en procedimientos aduaneros, facilitación al comercio, género y pymes, entre otros.

El sector agrícola sigue viendo esta negociación como negativa por la eliminación de los aranceles a ciertos productos y por eso, reitera la necesidad de quedar fuera.

En contraparte, los empresarios reiteran que el ingreso de Costa Rica como miembro pleno de la Alianza del Pacífico le abriría al país una puerta al TPP 11, integrado por los siguientes países del Asia-Pacífico: Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

“Sería muy beneficioso y representaría una oportunidad para buscar la apertura en esos mercados antes mencionados, aunque serán los países miembros los que determinarán cuándo es el momento indicado para retomar esta discusión, no es algo que dependa de Costa Rica”, destacó Víctor Umaña, consultor internacional.

Este acuerdo incluye disposiciones relacionadas con el comercio electrónico, la protección del medio ambiente, los derechos laborales, la transparencia y la lucha contra la corrupción.

“La Alianza no es un tratado de libre comercio; es una integración que va mucho más allá de eso. Es como una plataforma que nace con el objetivo de conformar un área de integración profunda que impulsan el mayor crecimiento, desarrollo y competitividad de las economías participantes, mediante la búsqueda progresiva de la liberalización de bienes y servicios”, destacó Gabriela Navarro, especialista en comercio exterior de la Cátedra de la OMC-UNA.