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2015 será un año estable… ¿y 2016?

Rodrigo Díaz rdiaz@larepublica.net | Viernes 28 noviembre, 2014




Lo que se haga (o no se haga) el próximo año marcará futuro económico

2015 será un año estable… ¿y 2016?

Tasas de interés y tipo de cambios se mantendrían en medio de un crecimiento moderado, según expertos

El año que viene promete ser muy similar al actual en materia económica. Un crecimiento moderado se combina a indicadores de inflación, tasas y tipo de cambio estables.
No obstante, si en los próximos 12 meses no se toman acciones para contener el gasto y reducir el déficit fiscal, 2016 podría ser muy complicado para los costarricenses.
A partir de enero no se esperan grandes cambios con relación a lo ocurrido este año. El crecimiento económico será relativamente moderado, en comparación con las expectativas del gobierno.
El Producto Interno Bruto crecerá en poco más del 3%, indicador en que coinciden tanto economistas de Aldesa como del Banco Central. Estas estimaciones son menores a las que plantea el gobierno en su Plan Nacional de Desarrollo, donde espera un crecimiento del 4% para el año próximo.
Los sectores que menos crecerán son los que están fuera de las zonas francas, especialmente las manufacturas. Esto coincide con las bajas expectativas que tienen los empresarios para el próximo año, de acuerdo con una encuesta de la Unión de Cámaras.
El consumidor tampoco es optimista. El 10% de desempleo y las pocas posibilidades de más contrataciones preocupa a las personas y esto puede tener un efecto en cadena que afecta a la industria.
En lo que sí pueden estar ambos sectores tranquilos es que será un año marcado por la estabilidad en inflación, tasas de interés y tipo de cambio.
La recuperación de las economías desarrolladas contribuirá a que sigan entrando dólares al país, tanto por las multinacionales como por ingresos relacionados con turismo. Como el Banco Central anunció que no quiere inestabilidad en el precio de la divisa, es probable que mantenga su precio en alrededor de ¢540.
Aun sin contar con un plan fiscal, el gobierno tendría acceso a financiamiento por medio de la última emisión de eurobonos, por $1.000 millones. Esto significa que necesitará poco financiamiento interno, con lo que no presionará las tasas de interés locales.
Esta estabilidad y el pronóstico de baja en los precios de las materias primas tendrán también un impacto positivo en los precios y, por ende, se espera una inflación dentro del rango de meta, ubicada entre un 3% y un 5%.
Sin embargo, 2016 presenta condiciones que pueden ser muy diferentes. En primer término, el país tendrá que recurrir a un fuerte endeudamiento interno, debido a que ya no tendrá la posibilidad de continuar pidiendo préstamos en el exterior.
Esto significa una presión adicional al alza en las tasas de interés, que ese año estarían condicionados por una subida generalizada de las tasas internacionales, según pronósticos internacionales.
En este punto, el gobierno tendría que recurrir a reformas fiscales, que incluyen la creación del impuesto al valor agregado y la renta global, para mejorar sus ingresos. Sin embargo, la reciente acción en la Asamblea Legislativa para aprobar el presupuesto del gobierno sin hacer recortes, podría haber comprometido su posibilidad de negociación ante los diputados de oposición.
Sin reforma fiscal, un crecimiento económico lento e indicadores económicos al alza, el país vería una situación económica más frágil para 2016.

Rodrigo Díaz
rdiaz@larepublica.net







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