Rearme por grupos insurgentes dispara gasto militar mundial
EFE | Jueves 12 febrero, 2015
Rearme por grupos insurgentes dispara gasto militar mundial
El gasto militar mundial se disparó un 1,7% en 2014, después de tres años a la baja, debido al rearme de los países emergentes, según difundió ayer el Instituto Internacional para Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés).
A pesar de la creciente amenaza del yihadismo y la persistencia del conflicto en Ucrania, tanto Estados Unidos como Europa continuaron desinflando sus presupuestos de defensa el último año, una tendencia que comenzó en 2008 con la crisis económica.
Los países occidentales en conjunto suman todavía más de la mitad del presupuesto militar mundial, si bien ese porcentaje se ha reducido drásticamente desde 2010, cuando el gasto en defensa de Occidente representaba dos tercios del total global.
Estados Unidos continúa liderando el gasto con una inversión de $581 mil millones en 2014, una cifra equivalente al presupuesto en defensa de los quince siguientes países en la lista.
Con todo, Washington ha reducido su gasto en cerca de $20 mil millones de dólares respecto a 2013, mientras que China, la segunda mayor potencia militar del mundo, continuó agrandando su presupuesto hasta los $129.400 millones el último año.
Arabia Saudí, tercera fuerza global por gasto en defensa, ha aumentado por su parte cerca de un 35% la partida militar, que en 2014 alcanzó los $80.800 millones y desbancó a Rusia, que gastó en ese mismo periodo $70 mil millones.
En la presentación del informe en Londres del IISS, John Chipman, presidente del Instituto, alertó ayer de que el nuevo equilibrio en el gasto militar mundial ha elevado los riesgos que afrontan los países occidentales.
"La vecindad europea es significativamente menos segura que en 2008", aseguró Chipman, que subrayó que uno de los mayores retos para la seguridad en el Viejo Continente es el retorno de yihadistas que hayan combatido en Oriente Medio y que puedan perpetrar atentados como los de París a principios de enero.
Con todo, el IISS reconoce que los recursos militares por sí solos no serán suficientes para acabar con la amenaza del grupo Estado Islámico (EI), sino que es necesario aumentar los esfuerzos para garantizar estabilidad política en Siria e Irak, al tiempo que los servicios de inteligencia deben desempeñar un papel esencial para proteger a la población en los países europeos.
Para el Instituto, los ataques aéreos liderados por Estados Unidos que se iniciaron en agosto pueden llevar a "victorias tácticas parciales" sobre los yihadistas, pero no pueden asegurar una "derrota estratégica" del grupo.
"Las acciones militares por sí solas no pueden enfrentarse con éxito a la sofisticación de los métodos que utiliza el Estado Islámico para reclutar e inspirar a sus seguidores", sostuvo Chipman.
En cuanto al análisis sobre el futuro de la industria de sistemas defensivos, el IISS alerta sobre el progresivo riesgo de ataques cibernéticos, así como de la creciente competición por hacerse con el control estratégico del espacio.
Los avances aeroespaciales de la India y China el último año han confirmado el fin de la hegemonía en ese terreno por parte de los países que protagonizaron la Guerra Fría y hasta 17 estados tienen actualmente capacidad para poner satélites en órbita.
En ese contexto, en los departamentos de Defensa mundiales crece la preocupación por posibles ataques que causen interferencias y dañen sistemas esenciales como la navegación por satélite del Sistema de Posicionamiento Global estadounidense (GPS) y sus réplicas rusa (Glonass) y europea (Galileo).
El IISS advierte en su informe anual de que Estados Unidos y Europa deben continuar invirtiendo en tecnología militar para no quedarse atrás y evitar que la brecha que separa los ejércitos occidentales de los del resto de países continúe estrechándose.
Londres/EFE