País aprovechará más la fuerza del viento

Casi una quinta parte de la energía que llegará a su hogar durante la estación seca probablemente provendrá de las plantas eólicas instaladas en puntos estratégicos, que funcionan con los vientos alisios, frecuentes en esta época.
La capacidad instalada del país ya alcanzó los 278 megavatios, luego de que se pusieran los proyectos eólicos Tilawind, el 13 de marzo y Orosi, el 2 de octubre.
Se espera que el proyecto Vientos del Este inicie operaciones a fines de este mes, con lo que aumentaría la generación del viento en 50 megavatios más.
Todos estos proyectos forman parte del plan de generación privada del Instituto Costarricense de Electricidad.
A su máxima capacidad, todas las plantas eólicas podrían dar energía a unos 300 mil hogares, aunque esa potencia no podría ser aprovechada en forma continua, debido a sus características.
“La generación de esta energía es muy intermitente. Lo correcto es tomar en cuenta que por cada megavatio de fuentes intermitentes es indispensable respaldar el sistema con al menos un equivalente de energías con fuentes firmes y despachables”, comentó Luis Pacheco, gerente de Electricidad del ICE.
No obstante, por la ubicación de las plantas en zonas altas y ventosas, puede aprovecharse casi un 50% de la capacidad instalada de las plantas eólicas, lo cual es muy superior a la que tendría, por ejemplo, una central de energía solar.
Si bien podría resultar un poco más costosa que la energía hidroeléctrica producida por las plantas propias del ICE, cada kilovatio generado en una planta solar costaría menos de la mitad de Garabito, la planta térmica más eficiente del país.
Este menor costo es relevante en una época en que no se cuenta con lluvias suficientes para abastecer las represas hidroeléctricas.
“Gracias a esas plantas se usa menos combustible”, apuntó Pacheco.
La capacidad instalada total del país es de casi 3 mil megavatios, de los cuales dos tercios están compuestos por plantas hidroeléctricas.