Merrill y Citigroup viven calvarios paralelos por crisis
| Viernes 18 enero, 2008
Merrill y Citigroup viven calvarios paralelos por crisis
Nueva York- El calvario que vive Merrill Lynch por la crisis crediticia volvió ayer a emparejarse con el de Citigroup, al anunciar una pérdida trimestral de casi $10 mil millones y unas amortizaciones aún mayores.
Sin quererlo, la mayor correduría del mundo y el mayor banco estadounidense se han convertido en compañeros de viaje en la caída en picado en que se ha convertido para ellos la evolución de la crisis hipotecaria, desde su estallido en Estados Unidos a mediados de 2007.
La dimisión de sus respectivos consejeros delegados en la misma semana, la anotación de amortizaciones de hasta cinco dígitos, la búsqueda en Asia de inyecciones de capital y la publicación, esta semana y con dos días de diferencia, de unas pérdidas cercanas a $10 mil millones, son capítulos de esas historias paralelas.
El primero tuvo lugar al comenzar noviembre, cuando con una diferencia de cinco días ambos grupos anunciaron la salida de sus respectivos presidentes y consejeros delegados.
Merrill Lynch anunció un martes el cese de Stan O'Neal tras 21 años en la empresa, y el domingo de esa misma semana Citigroup hizo lo propio con su homólogo Charles Prince.
Poco antes Merrill había reconocido que en el tercer trimestre de 2007 entró en pérdidas de más de 2 mil millones y anotó 7.900 millones en amortizaciones, y Citigroup anunció que su beneficio había caído el 57% en ese periodo.
Ambos grupos manejaron durante días a los mismos candidatos a consejero delegado, aunque finalmente el tercer banco del mundo eligió el 11 de diciembre a Vikram Pandit entre sus directivos y un mes antes la mayor correduría anunció su apuesta por John Thain, hasta entonces responsable de NYSE-Euronext.
El paralelismo en la historia reciente de ambas entidades también se observa en la búsqueda de liquidez que les ha llevado en ambos casos a Asia, de donde han conseguido importantes inyecciones para sus malogrados balances.
En noviembre Citigroup logró una inyección de $7.500 millones de la Autoridad de Inversiones del emirato de Abu Dhabi, y la víspera de Navidad Merrill Lynch anunció que el fondo Temasek, de Singapur, le aportaría $4.400 millones (con opción de compra de otros 600 al final de marzo) y Davis Selected otros $1.200 millones.
Con el nuevo año continuaron las negociaciones y esta misma semana Merrill anunció que había conseguido 6.600 millones más de del banco japonés Mizuho y de fondos de inversión estatales de Corea del Sur y Kuwait.
Ese mismo día Citigroup informó de una operación similar, por la que se garantizó la inyección de 12.500 millones, de los que 6.880 procederían del fondo de inversión del Gobierno de Singapur, aunque también aportaría capital su actual primer accionista, el príncipe saudita Alwaleed bin Talal, entre otros inversores.
El último capítulo en paralelo ha sido la presentación de las cuentas de cuarto trimestre, cuando ambos, el martes Citigroup y ayer Merrill Lynch, han reconocido que sólo en esos tres meses perdieron más de $10 mil millones a causa de la crisis crediticia.
Incluso sus respectivos nuevos responsables han coincidido en sus calificativos a la hora de valorar los resultados y tanto Pandit como Thain han usado la expresión “claramente inaceptables”.
Los gigantes financieros, que en ambos casos han perdido cerca del 50% de su valor en Bolsa en un año, lideran también en Wall Street las amortizaciones anotadas en sus cuentas a causa de la crisis, con $18.100 millones de Citigroup y con $14.600 millones de Merrill Lynch, detallaron ayer los responsables de la correduría en una reunión con analistas.
Nueva York- El calvario que vive Merrill Lynch por la crisis crediticia volvió ayer a emparejarse con el de Citigroup, al anunciar una pérdida trimestral de casi $10 mil millones y unas amortizaciones aún mayores.
Sin quererlo, la mayor correduría del mundo y el mayor banco estadounidense se han convertido en compañeros de viaje en la caída en picado en que se ha convertido para ellos la evolución de la crisis hipotecaria, desde su estallido en Estados Unidos a mediados de 2007.
La dimisión de sus respectivos consejeros delegados en la misma semana, la anotación de amortizaciones de hasta cinco dígitos, la búsqueda en Asia de inyecciones de capital y la publicación, esta semana y con dos días de diferencia, de unas pérdidas cercanas a $10 mil millones, son capítulos de esas historias paralelas.
El primero tuvo lugar al comenzar noviembre, cuando con una diferencia de cinco días ambos grupos anunciaron la salida de sus respectivos presidentes y consejeros delegados.
Merrill Lynch anunció un martes el cese de Stan O'Neal tras 21 años en la empresa, y el domingo de esa misma semana Citigroup hizo lo propio con su homólogo Charles Prince.
Poco antes Merrill había reconocido que en el tercer trimestre de 2007 entró en pérdidas de más de 2 mil millones y anotó 7.900 millones en amortizaciones, y Citigroup anunció que su beneficio había caído el 57% en ese periodo.
Ambos grupos manejaron durante días a los mismos candidatos a consejero delegado, aunque finalmente el tercer banco del mundo eligió el 11 de diciembre a Vikram Pandit entre sus directivos y un mes antes la mayor correduría anunció su apuesta por John Thain, hasta entonces responsable de NYSE-Euronext.
El paralelismo en la historia reciente de ambas entidades también se observa en la búsqueda de liquidez que les ha llevado en ambos casos a Asia, de donde han conseguido importantes inyecciones para sus malogrados balances.
En noviembre Citigroup logró una inyección de $7.500 millones de la Autoridad de Inversiones del emirato de Abu Dhabi, y la víspera de Navidad Merrill Lynch anunció que el fondo Temasek, de Singapur, le aportaría $4.400 millones (con opción de compra de otros 600 al final de marzo) y Davis Selected otros $1.200 millones.
Con el nuevo año continuaron las negociaciones y esta misma semana Merrill anunció que había conseguido 6.600 millones más de del banco japonés Mizuho y de fondos de inversión estatales de Corea del Sur y Kuwait.
Ese mismo día Citigroup informó de una operación similar, por la que se garantizó la inyección de 12.500 millones, de los que 6.880 procederían del fondo de inversión del Gobierno de Singapur, aunque también aportaría capital su actual primer accionista, el príncipe saudita Alwaleed bin Talal, entre otros inversores.
El último capítulo en paralelo ha sido la presentación de las cuentas de cuarto trimestre, cuando ambos, el martes Citigroup y ayer Merrill Lynch, han reconocido que sólo en esos tres meses perdieron más de $10 mil millones a causa de la crisis crediticia.
Incluso sus respectivos nuevos responsables han coincidido en sus calificativos a la hora de valorar los resultados y tanto Pandit como Thain han usado la expresión “claramente inaceptables”.
Los gigantes financieros, que en ambos casos han perdido cerca del 50% de su valor en Bolsa en un año, lideran también en Wall Street las amortizaciones anotadas en sus cuentas a causa de la crisis, con $18.100 millones de Citigroup y con $14.600 millones de Merrill Lynch, detallaron ayer los responsables de la correduría en una reunión con analistas.