Martirio con “puente de la platina” acabaría en un año

El martirio que viven más de 90 mil conductores que pasan diariamente sobre el puente del río Virilla en la autopista General Cañas, mejor conocido como “la platina”, podría llegar a su final en mayo del próximo año, fecha prevista para la conclusión de las obras de ampliación de dicho paso.
La próxima semana el Gobierno recibirá los primeros diseños de la ampliación de la estructura a seis carriles y los análisis estructurales para determinar las cargas, líneas de influencia y demás condiciones, informó Mauricio Salom, director del Conavi.
Estos diseños se realizan desde noviembre luego de que la Contraloría aprobara una adenda para incluir la construcción de un carril adicional por sentido, como parte de los trabajos de reparación del puente que realiza la empresa Codocsa desde el año pasado.
Estas labores se reiniciarían a finales de mayo, una vez que el Conavi tenga a mano todos los planos y realice todas las observaciones y ajustes que correspondan.
Las obras tardarían 12 meses, dijo Salom. Los primeros seis meses serían para completar los trabajos que se ejecutaban en la superestructura, mientras que en el semestre siguiente se construirían los carriles y se colocaría la loza definitiva.
El puente, actualmente de cuatro carriles, ha sido uno de los mayores dolores de cabeza de tres administraciones del Gobierno, y uno de los ejemplos de la incapacidad de ejecución para remediar el problema vial del país.
Precisamente durante esta semana se harán cierres en horas de la noche para fijar de nuevo la placa metálica que se desprendió el fin de semana, para lo cual se realizarán trabajos de soldadura y se utilizará un pegamento especial.
Se espera que dicho remiendo dure lo suficiente mientras se inicia el recarpeteo final del puente.
El fideicomiso del corredor San José – San Ramón también prevé la construcción de un puente adicional de cuatro carriles en ese mismo punto, con lo cual los conductores contarían con diez carriles para pasar sobre el río Virilla.

Rodrigo Díaz
rdiaz@larepublica.net