Lecciones de un país que cree en sueños
| Martes 23 abril, 2013
Llegó la hora de que nos atrevamos a soñar, pero sobre todo a comprometernos con el desarrollo de nuestra industria, es el momento de que los emprendedores sientan el respaldo del Estado
Lecciones de un país que cree en sueños
Chile es posiblemente un caso de referencia para casi todo el que quiera desarrollar estudios sobre apertura comercial y materia económica. Sin embargo se olvida que es también un referente en materia de atención al emprendedor.
Resalto eso dado que la visión que tienen los chilenos sobre el apoyo a las ideas productivas es realmente algo que tenemos que aprender en Centroamérica.
Cuando llegamos al MEIC el del emprendedor no era un tema, y al estar ya frente al tercer año de la Administración Chinchilla una de las reflexiones más relevantes que hacemos es precisamente las buenas lecciones que hemos visto de otros países con quienes hemos logrado crecer y emprender alianzas estratégicas para mejorar nuestros modelos de intervención.
Chile y su actual Gobierno han enseñado lo importante de creer en los sueños de los emprendedores, han enseñado la importancia de tener un aparato estatal fuerte para sostener las intervenciones regionales que dan origen a empresas de emprendedores que se atrevieron a soñar, crear, crecer e innovar.
Chile como compañero de viaje en esta aventura ha sido notable, ha creído en las posibilidades de compartir su experiencia por medio de SERCOTEC, con sus programas de apoyo al emprendedor, con una cooperación para los temas de capital semilla y además ha sido el compañero de lucha para defender en los foros internacionales la importancia de que la pyme y el emprendedor han sido claves para la recuperación económica en la crisis actual y para generar nuevos empleos de calidad.
Evidentemente nosotros estamos comenzando a gatear y la institucionalidad chilena es vigorosa y oportuna, pero el ejemplo que nos han dado en combinar una economía abierta al comercio internacional con el apoyo estatal para la gestión del parque empresarial nacional debe ser motivo de reflexión para los años venideros en Costa Rica ya que aplican la visión de dos motores complementarios para la navegación económica.
Basan su política de emprendimiento en una población que decide emprender con una formación académica que va más allá de la obligatoria (62% de los emprendedores tiene una profesión u oficio). Tenemos ahí entonces una gran oportunidad.
Otro tema que debe movernos a analizar la realidad chilena es el avance en la motivación para emprender. El 68,9% de los emprendedores chilenos lo hace para aumentar sus posibilidades de ingreso y generar independencia.
En Costa Rica apenas el 47,6% de los emprendedores lo hace por oportunidad. Esto implica un reto, que pasa por mejorar los programas educativos para no seguir creando empleados sino empresarios que puedan mejorar la calidad del parque empresarial nacional.
Así tenemos una oportunidad de convertir nuestra economía en la que, si bien es cierto hemos apoyado decididamente la apertura comercial, podamos ahora fortalecer a nuestros emprendedores con instrumentos sólidos para ese crecimiento.
Llegó la hora de que nos atrevamos a soñar, pero sobre todo a comprometernos con el desarrollo de nuestra industria, es el momento de que los emprendedores sientan el respaldo del Estado y sobre todo que creemos en su visión y trabajo.
Jorge Rodríguez Vives
Director de Cooperación Internacional, MEIC