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Urbanismo y productividad

Miguel Angel Rodríguez marodrige@gmail.com | Lunes 16 noviembre, 2015


A inicios de la administración 2010-2014 se rechazó el PRUGAM 2008-2030 por oposición de desarrolladores inmobiliarios

Disyuntivas

Urbanismo y productividad

La productividad depende, entre otras cosas, de la capacidad para especializarse y complementar habilidades. De ahí que con la revolución industrial y el advenimiento de las fábricas se dé simultáneamente el crecimiento de la urbanización.
En los países asiáticos de rápida industrialización y crecimiento económico se está dando un acelerado proceso de migración a las ciudades. En esto influye también en que la población rural es expulsada de los campos por el incremento en la productividad producida por la tecnificación.
Para asimilar bien esta inmensa inmigración interna, se requieren ciudades adecuadamente construidas. De lo contrario lo que surge es la miseria urbana. Y para que esa construcción y la provisión de servicios públicos sean eficientes, se requiere una adecuada planificación urbana.
Preocupados por esa realidad, se dio desde 1968, durante la administración de don José Joaquín Trejos, la Ley de Planificación Urbana, en la cual tuve el honor de colaborar, pero que desdichadamente ha tenido una aplicación parcial y fragmentaria.
Catorce años después se emitió el Plan GAM 1982 que ni se actualizó ni profundizó en muchos años. Por eso en el 2000 —ya en la Presidencia— se estableció el Consejo Nacional de Planificación Urbana y Secretaría Técnica del PNDU bajo la dirección del Arq. Eduardo Brenes. Se entregaron las dos primeras etapas del nuevo Plan Nacional de Desarrollo Urbano en 2001 y 2002, y se gestionó ante la Unión Europea fondos para concluirlo. Finalmente fue entregado en 2009 el PRUGAM 2008-2030.
Ese programa señala: “Se pretende impulsar un conjunto de ciudades con fundamento al marco legal en materia territorial, ambientalmente sostenibles, socialmente integradas, económicamente competitivas, funcionalmente estructuradas y arquitectónicamente mejor diseñadas… ciudades para la gente.”
Pero a inicios de la administración 2010-2014 se rechazó el PRUGAM 2008-2030 por oposición de desarrolladores inmobiliarios. En 2012 el INVU plantó el POTGAM y el Gobierno lo rechaza. Con base en el PRUGAM y con ayuda del ITCR se aprueba en enero 2014 el Plan GAM 2013-2030, que al ser publicado el siguiente abril, introduce —sobre todo en temas ambientales— profundas variaciones al firmado en enero. Este plan fue objeto, este año, de un recurso de inconstitucionalidad que fue admitido pero no ha sido resuelto.
Por otra parte, la sectorización del transporte público de la GAM planteada desde 1999, se viene posponiendo y apenas se han dado muy insuficientes ajustes. Cabe mencionar que dicha propuesta se mantuvo en el Plan PRUGAM 2008-2030, integrando el tren interurbano.
Resultado: los trabajadores viven en un sector del Área Metropolitana, y toman dos buses para trabajar en el sector opuesto. Si esto significa con las presas y atrasos una hora más para movilizarse de lo que sería posible con un buen desarrollo urbano, un cálculo en servilleta de papel indica que al trabajador no calificado el traslado le cuesta cerca de 20% de su ingreso mensual, entre pasajes y valor de su tiempo, el cual se ha incrementado por el congestionamiento vial y la ausencia de un transporte masivo con carriles exclusivos.
Este gran costo afecta el nivel de pobreza y la productividad si por esos resultados los trabajadores prefieren un trabajo informal en su vecindario.
La solución a este tema es impostergable.

Miguel Ángel Rodríguez

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