Banca, exportadores y turismo ganan con intervención del Central
Carolina Acuña cacuna@larepublica.net | Jueves 09 septiembre, 2010
Tres sectores aumentarían sus utilidades con medida
Banca, exportadores y turismo ganan con intervención del Central
Del otro lado están los afectados, entre los que destacan los importadores y los consumidores
Lanzar ¢300 mil millones a la economía en tan solo 16 meses, para que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) aumente sus reservas de dólares, afectará inmediatamente las metas de inflación del país, dado que encarecería los precios de los bienes y servicios que consumen los costarricenses.
Pero por el otro lado dará un respiro a las personas y empresas que ganan en dólares, dado que el tipo de cambio difícilmente volverá a estar tan cerca de ¢500, como sucedió antes del anuncio de intervención.
Cuando el Central comunicó hace una semana que empezaría la compra de $50 millones al mes, como parte de un plan para aumentar reservas, el valor al que se compraba la divisa americana saltó ¢8.
Inmediatamente no solo los intermediarios reaccionaron, sino también economistas y sectores productivos, dado que esta decisión generará ganadores y perdedores. Entre los ganadores están la banca, sector turismo y exportadores, pues reciben ingresos en dólares.
“Una disminución de este tipo cambio bajó la rentabilidad de los productos de exportación y es probable que los exportadores estuviesen resintiendo una caída sostenida. Lo cierto es que se trata de una decisión que también tal vez obedece a posiciones políticas para ayudar a exportadores”, expresó Juan Muñoz, economista.
La apreciación del colón afectaba además la competitividad del país y la política económica y monetaria tiene que ser acorde con una política de desarrollo, explica Mónica Araya, presidenta de la Cámara de Exportadores (Cadexco).
“Un tipo de cambio tan depreciado encarecía el valor agregado nacional, un esfuerzo que logramos para tener encadenamientos de la empresa local con la zona franca y se estaba desincentivando” agregó Araya.
Entre los perdedores están los consumidores de productos extranjeros. Esto no solo incluye a los importadores como tal, sino a quienes compran productos pagados en dólares como el combustible (Recope compraría las gasolinas más caras) hasta la ropa e insumos industriales.
“Hubiéramos preferido que se limite a defender la banda en la medida de las necesidades y después revisar cuál es el nivel adecuado”, comentó Arnoldo André, presidente de la Cámara de Comercio.
Esta medida, que significa emitir colones, podría causar presiones inflacionarias porque hay más circulante; el banco podría esterilizarlos (sacarlo del mercado) con la emisión de bonos a cambio de promesas de pago futuro, pero eso a su vez puede incrementar las pérdidas del Central, añadió André.
Además de quienes puedan salir beneficiados y perjudicados también hay quienes cuestionan por qué y cómo el Ente Emisor decide intervenir.
“Esto es un cambio en las reglas del juego para defender el tipo de cambio antes de que tocara el piso de la banda. Pretenden encontrar una justificación técnica pero no la tiene”, explicó Luis Loría, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Fomento Económico.
Por otro lado si el tipo de cambio hubiera seguido descendiendo hasta tocar el piso de la banda hubiésemos tenido una mayor entrada de capitales especulativos financieros, detalló Muñoz.
“En mi opinión lo que trata de buscar el Banco Central es un efecto mediático de expectativas, más que real, para que el dólar se aleje del piso inferior de la banda. No se justifica, ni hay necesidad de aumentar las reservas internacionales”, explicó Carlos Palma, director de la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica.
Mientras unos aplauden la medida y otros la cuestionan, algunos le dan el beneficio de la duda y esperan a ver cómo se comportan los indicadores de inflación, tasas de interés y tipo de cambio tras el anuncio realizado.
Lo que sí es cierto es que todos los sectores de la economía saben que la compra de $600 millones tendrá consecuencias y lo único que les queda es confiar que la junta directiva del Banco Central haya tomado la mejor decisión. “Siete señores cuentan con una discrecionalidad enorme para decidir sobre el valor de los salarios, de los ahorros y las pensiones. Ellos deciden sobre la distribución de riqueza de 4 millones de habitantes” concluyó Loría.
Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net
Banca, exportadores y turismo ganan con intervención del Central
Del otro lado están los afectados, entre los que destacan los importadores y los consumidores
Lanzar ¢300 mil millones a la economía en tan solo 16 meses, para que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) aumente sus reservas de dólares, afectará inmediatamente las metas de inflación del país, dado que encarecería los precios de los bienes y servicios que consumen los costarricenses.
Pero por el otro lado dará un respiro a las personas y empresas que ganan en dólares, dado que el tipo de cambio difícilmente volverá a estar tan cerca de ¢500, como sucedió antes del anuncio de intervención.
Cuando el Central comunicó hace una semana que empezaría la compra de $50 millones al mes, como parte de un plan para aumentar reservas, el valor al que se compraba la divisa americana saltó ¢8.
Inmediatamente no solo los intermediarios reaccionaron, sino también economistas y sectores productivos, dado que esta decisión generará ganadores y perdedores. Entre los ganadores están la banca, sector turismo y exportadores, pues reciben ingresos en dólares.
“Una disminución de este tipo cambio bajó la rentabilidad de los productos de exportación y es probable que los exportadores estuviesen resintiendo una caída sostenida. Lo cierto es que se trata de una decisión que también tal vez obedece a posiciones políticas para ayudar a exportadores”, expresó Juan Muñoz, economista.
La apreciación del colón afectaba además la competitividad del país y la política económica y monetaria tiene que ser acorde con una política de desarrollo, explica Mónica Araya, presidenta de la Cámara de Exportadores (Cadexco).
“Un tipo de cambio tan depreciado encarecía el valor agregado nacional, un esfuerzo que logramos para tener encadenamientos de la empresa local con la zona franca y se estaba desincentivando” agregó Araya.
Entre los perdedores están los consumidores de productos extranjeros. Esto no solo incluye a los importadores como tal, sino a quienes compran productos pagados en dólares como el combustible (Recope compraría las gasolinas más caras) hasta la ropa e insumos industriales.
“Hubiéramos preferido que se limite a defender la banda en la medida de las necesidades y después revisar cuál es el nivel adecuado”, comentó Arnoldo André, presidente de la Cámara de Comercio.
Esta medida, que significa emitir colones, podría causar presiones inflacionarias porque hay más circulante; el banco podría esterilizarlos (sacarlo del mercado) con la emisión de bonos a cambio de promesas de pago futuro, pero eso a su vez puede incrementar las pérdidas del Central, añadió André.
Además de quienes puedan salir beneficiados y perjudicados también hay quienes cuestionan por qué y cómo el Ente Emisor decide intervenir.
“Esto es un cambio en las reglas del juego para defender el tipo de cambio antes de que tocara el piso de la banda. Pretenden encontrar una justificación técnica pero no la tiene”, explicó Luis Loría, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Fomento Económico.
Por otro lado si el tipo de cambio hubiera seguido descendiendo hasta tocar el piso de la banda hubiésemos tenido una mayor entrada de capitales especulativos financieros, detalló Muñoz.
“En mi opinión lo que trata de buscar el Banco Central es un efecto mediático de expectativas, más que real, para que el dólar se aleje del piso inferior de la banda. No se justifica, ni hay necesidad de aumentar las reservas internacionales”, explicó Carlos Palma, director de la Escuela de Economía de la Universidad de Costa Rica.
Mientras unos aplauden la medida y otros la cuestionan, algunos le dan el beneficio de la duda y esperan a ver cómo se comportan los indicadores de inflación, tasas de interés y tipo de cambio tras el anuncio realizado.
Lo que sí es cierto es que todos los sectores de la economía saben que la compra de $600 millones tendrá consecuencias y lo único que les queda es confiar que la junta directiva del Banco Central haya tomado la mejor decisión. “Siete señores cuentan con una discrecionalidad enorme para decidir sobre el valor de los salarios, de los ahorros y las pensiones. Ellos deciden sobre la distribución de riqueza de 4 millones de habitantes” concluyó Loría.
Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net