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Angelina Jolie: “Unbroken” o su obsesión por el sufrimiento humano

| Sábado 27 diciembre, 2014


“Unbroken” cuenta la historia real de Louie Zamperini, un hombre que apuntaba como delincuente juvenil pero que terminó siendo atleta olímpico en Berlín 1936 y héroe de la Segunda Guerra Mundial.Internet/La República


CINE

Angelina Jolie: “Unbroken” o su obsesión por el sufrimiento humano

Es la segunda película que dirige la reconocida actriz

“Unbroken” cuenta la historia real de Louie Zamperini, un hombre que apuntaba como delincuente juvenil pero que terminó siendo atleta olímpico en Berlín 1936 y héroe de la Segunda Guerra Mundial.Internet/La República

En los últimos cuatro años ha prestado su voz a un personaje animado y ha interpretado a Maléfica, pero en lo que se ha centrado Angelina Jolie es en su carrera como directora, con su segunda película, “Unbroken”, que llegó el jueves a los cines y la siguiente, “By the sea”, ya rodada y en fase de postproducción.
Trabajos que ha alternado con su labor humanitaria, mientras piensa en la posibilidad de involucrarse en política en un año en el que además se ha casado con Brad Pitt, con el que tiene seis hijos —tres naturales y tres adoptados—.
Una vida de lo más ajetreada para una de las actrices más admiradas y deseadas, que no tiene ninguna intención de bajar su ritmo de trabajo ni siquiera cuando se mete en producciones tan complicadas como la de “Unbroken” (“Invencible”).
En este filme, Jolie cuenta la historia real de Louie Zamperini, el hombre que apuntaba maneras como delincuente juvenil pero que se recicló como atleta olímpico en Berlín 1936 y fue héroe de la Segunda Guerra Mundial.
Durante la contienda pasó 47 días en una barca en medio del océano y fue prisionero en dos campos de concentración japoneses, donde vivió en un régimen de casi esclavitud, una historia recogida por la escritora Laura Hillenbrand y ahora llevada al cine por Jolie.
Una historia que fascinó a Jolie. “Hay mucho dolor en este mundo y creo que necesitamos relatos como la historia de un hombre que encuentra el camino en la más profunda oscuridad para acabar emergiendo en la luz, relatos que nos puedan ayudar, inspirar, mostrarnos algo notable y hacernos ver la vida de forma positiva”, asegura la cineasta en las notas de producción.
Joel y Ethan Coen la ayudaron con el guion y Alexandre Desplat puso la música para una película que contó además con la colaboración de Coldplay.
Rodada en Australia, un equipo de 150 personas se trasladó mar adentro frente a las costas de Queensland para rodar las escenas en las que Zamperini y otros dos compañeros sobrevivieron en una balsa durante 47 días.
Jack O'Connell (Louie Zamperini), Domhnall Gleeson (Russell Allen Phillips) y Finn Wittrock (Francis McNamara) interpretan a los tres militares que sobrevivieron al accidente de un avión, aunque el tercero moriría antes de que sus dos compañeros fueran rescatados por la armada japonesa.
Un tercio de la película se desarrolla en el pequeño espacio de la balsa, perdida en la inmensidad del océano y rodeada constantemente por tiburones, escenas muy bien rodadas desde el punto de vista técnico pero a las que les falta el extremo dramatismo que se intuye debió rodear a los tres soldados en muchos de los momentos que pasaron en el mar.
Otra gran parte de la película se desarrolla en los campos de concentración japoneses en los que estuvo internado Zamperini, a las órdenes de Mutsushiro Watanabe, un cruel soldado nipón interpretado sin demasiada convicción por Takamasa Ishihara.
Al igual que ocurre con las escenas marítimas, las imágenes son nítidas y brillantes, con la necesaria atención a los detalles, a los juegos de claroscuros y a la mejor posición posible de la cámara destacan unos preciosos planos cenitales de los presos estadounidenses tras la liberación.

Madrid/EFE

 







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