Algunas reflexiones
| Sábado 30 abril, 2011
Algunas reflexiones
El 1º de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajador y tiene su origen en los movimientos sociales surgidos a fines del siglo XIX en Estados Unidos y Europa con el propósito de mejorar las condiciones laborales. En Costa Rica se celebra por primera vez el 1° de mayo de 1913, cuando es organizada una actividad por el Centro de Estudios Gremial fundada por grandes próceres como Carmen Lyra, Joaquín García Monge y Omar Dengo.
A casi un siglo de la primera conmemoración, y a un año de funciones, esta fecha es una oportunidad valiosa para la reflexión, y para la definición de nuevos retos a partir de algunas de las lecciones aprendidas que resumo de la siguiente manera:
1. Dignificar el empleo frente al emprendedurismo: Debemos comprender que la microempresa o la pequeña empresa no son la solución para todos los problemas del desempleo. Es necesario impulsar el empleo de calidad, tanto aquel que requiera altos niveles de preparación como y especialmente aquel que va dirigido a poblaciones que no están en capacidad de endeudarse para constituir una empresa o que no tienen la preparación académica o técnica para ser emprendedores. Como sociedad, estamos en deuda con los cientos de muchachos, alrededor de 300 mil, que no estudian ni trabajan, así como con cientos de mujeres jefes de hogar cuyo futuro inmediato depende de la capacitación para un buen empleo.
2. Una inspección preventiva más que punitiva: La protección de los derechos laborales y el impulso del trabajo decente no están supeditados exclusivamente al incremento de funcionarios dedicados a esta tarea. Lo cierto es que el fortalecimiento de una inspección preventiva frente a una punitiva, una efectiva capacitación e información dirigida a funcionarios, trabajadores y empresarios, el uso de la tecnología así como el intercambio de información sobre establecimientos infractores está dando buenos resultados. Ciertamente quedan pendientes las reformas legales que permitan que las infracciones laborales se resuelvan en sede administrativa y no en los estrados judiciales.
3. Impulso de las alianzas publico privadas: La imaginación y la audacia deben sustituir a la queja diaria por la falta de recursos. Además, es posible construir alianzas público privadas que contribuyan de manera decisiva a la buena marcha de programas clave, especialmente aquellos dirigidos a la generación de empleo para sectores vulnerables.
4. Ruptura de esquemas tradicionales: el teletrabajo. El uso de las herramientas informáticas en un país como el nuestro, altamente desarrollado en el uso de las tecnologías de la información, no solo es posible, sino necesario. El ahorro en energía y transporte, así como la posibilidad de tener horarios flexibles, especialmente para las mujeres con responsabilidades familiares ineludibles, hacen de esta alternativa una solución de primer orden. El teletrabajo en sus diversas formas, debe ser impulsado activamente tanto en la esfera laboral estatal como en la privada.
Sandra Piszk
Ministra de Trabajo y Seguridad Social
El 1º de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajador y tiene su origen en los movimientos sociales surgidos a fines del siglo XIX en Estados Unidos y Europa con el propósito de mejorar las condiciones laborales. En Costa Rica se celebra por primera vez el 1° de mayo de 1913, cuando es organizada una actividad por el Centro de Estudios Gremial fundada por grandes próceres como Carmen Lyra, Joaquín García Monge y Omar Dengo.
A casi un siglo de la primera conmemoración, y a un año de funciones, esta fecha es una oportunidad valiosa para la reflexión, y para la definición de nuevos retos a partir de algunas de las lecciones aprendidas que resumo de la siguiente manera:
1. Dignificar el empleo frente al emprendedurismo: Debemos comprender que la microempresa o la pequeña empresa no son la solución para todos los problemas del desempleo. Es necesario impulsar el empleo de calidad, tanto aquel que requiera altos niveles de preparación como y especialmente aquel que va dirigido a poblaciones que no están en capacidad de endeudarse para constituir una empresa o que no tienen la preparación académica o técnica para ser emprendedores. Como sociedad, estamos en deuda con los cientos de muchachos, alrededor de 300 mil, que no estudian ni trabajan, así como con cientos de mujeres jefes de hogar cuyo futuro inmediato depende de la capacitación para un buen empleo.
2. Una inspección preventiva más que punitiva: La protección de los derechos laborales y el impulso del trabajo decente no están supeditados exclusivamente al incremento de funcionarios dedicados a esta tarea. Lo cierto es que el fortalecimiento de una inspección preventiva frente a una punitiva, una efectiva capacitación e información dirigida a funcionarios, trabajadores y empresarios, el uso de la tecnología así como el intercambio de información sobre establecimientos infractores está dando buenos resultados. Ciertamente quedan pendientes las reformas legales que permitan que las infracciones laborales se resuelvan en sede administrativa y no en los estrados judiciales.
3. Impulso de las alianzas publico privadas: La imaginación y la audacia deben sustituir a la queja diaria por la falta de recursos. Además, es posible construir alianzas público privadas que contribuyan de manera decisiva a la buena marcha de programas clave, especialmente aquellos dirigidos a la generación de empleo para sectores vulnerables.
4. Ruptura de esquemas tradicionales: el teletrabajo. El uso de las herramientas informáticas en un país como el nuestro, altamente desarrollado en el uso de las tecnologías de la información, no solo es posible, sino necesario. El ahorro en energía y transporte, así como la posibilidad de tener horarios flexibles, especialmente para las mujeres con responsabilidades familiares ineludibles, hacen de esta alternativa una solución de primer orden. El teletrabajo en sus diversas formas, debe ser impulsado activamente tanto en la esfera laboral estatal como en la privada.
Sandra Piszk
Ministra de Trabajo y Seguridad Social