Creo que se debe instaurar una nueva forma de hacer política; y el primer paso en esa dirección es reinstaurar los valores más supremos y que caracterizaron a nuestros antepasados

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Una nueva forma de hacer política

En un artículo de opinión que leí hace un tiempo, se hacia referencia a que ya es hora de romper los estigmas ideológicos de izquierdas y derechas, porque la época actual y moderna que vivimos ya pasó estos caminos, aprendió de cada uno de ellos y tomó lo mejor de cada uno de ellos también.
Este artículo hablaba de una “tercera vía”, la cual pretende fusionar elementos de ambos paradigmas ideológicos en el ámbito político, formando una ideología conocida como “centrismo”; y además pretende en el ámbito económico, establecer una economía mixta es decir, una economía que se maneje con cierta libertad de mercado y regulada por la “mano invisible”, pero también que incorpore ciertos aspectos de una economía planificada y un papel del gobierno al menos de fiscalizador de las empresas estatales que mueven una economía tan pequeña como la nuestra: los bancos del Estado.
Esto podría sonar un poco confuso e inclusive a veces contradictorio al lector, pero esa es la forma de pensamiento político y de manejo de la economía que considero debe establecerse en la actualidad.
Y cuando hablo de actualidad no quiero decir de aquí hasta el final del presente mandato presidencial; no, me refiero a un plan político y económico a largo plazo, que nos permita fijarnos metas y retos posibles para salir del subdesarrollo (que es más mental que otra cosa) pero sin olvidar a los más necesitados, siempre teniendo esa conciencia social que ha caracterizado a nuestro pueblo y que es un baluarte de nuestra democracia.
Una nueva forma de hacer política, implica entender que no se trata de elecciones presidenciales, municipales, etc.; política tampoco implica “luchar” por la ideología del partido político al que pertenece sin realizar ejercicio mental alguno de crítica a lo que se le presenta en su diario hacer; política no es creer a ciegas lo que prometen las personas que quieren llegar al poder si no existe un plan definido, real y posible para llevar a cabo esa promesa.
Eso no es política, esos son “políticos” sin ejercer la verdadera política real y efectiva que merece nuestro país.
Por esta razón creo fielmente en que ya se debe instaurar una nueva forma de hacer política; y el primer paso en esa dirección es reinstaurar los valores más supremos y que caracterizaron a nuestros antepasados; porque solo así podremos ir formando una sociedad cambiante, exigente, inteligente y crítica de los problemas serios que aquejan nuestra sociedad.

Marco Antonio Esquivel Salas
Licenciado en Derecho