Una decisión realista
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 30 enero, 2008
Acabaron los días de especulación y ayer el presidente de la República, Oscar Arias, anunció su intención de pedir una prórroga al Gobierno de Washington para que la Asamblea Legislativa pueda tramitar las 12 leyes pendientes para la implementación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (Cafta).
Una decisión que el mandatario se ve comprometido a tomar dada la realidad del parlamento local y el ritmo en que se están discutiendo las iniciativas, tanto en el plenario como en las comisiones asignadas.
Días atrás, LA REPUBLICA adelantó que con el contexto local iba a resultar complicado cumplir con el plazo fijado hasta el 29 de febrero por Estados Unidos para aprobar la agenda del Cafta.
Una posición que, lejos de ser pesimista u optimista, procuraba exponer con seriedad y realismo las condiciones a las que el país se iba a enfrentar, para así tomar las previsiones que permitan convertir el tratado de comercio, que por tanto tiempo hemos discutido, en una realidad.
Si en octubre pasado la mayoría de la población escogió vía referéndum el acuerdo como mecanismo de desarrollo para el país, Costa Rica debe tomar las acciones tendientes a concretar esa voluntad y no debe esperar hasta última hora para conseguirlo.
El siguiente paso es entonces enfrentar esta petición de prórroga con responsabilidad, de manera que mediante una consulta a distintos expertos, se pueda encontrar atinadamente el tiempo que se requerirá extender el plazo. A su vez, negociar con las otras partes peticiones razonables, si es que surgen, para materializar la dilación que nos interesa conseguir.
Este lapso, a la vez, podrá ser aprovechado en el Congreso para tener una sana discusión de las leyes pendientes, las aperturas y el fortalecimiento de las entidades estatales que merecen competir en el mercado.
Importante es que, de darse esta oportunidad, los diputados sepan aprovecharla con responsabilidad para tener un debate inteligente de lo que se quiere como país, de una manera más práctica y menos política.