Un derecho, con muchos deberes
Si los diputados de oposición se unen en la futura conformación legislativa, deben impulsar, junto al próximo gobierno una agenda común que beneficie los intereses del país
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 23 marzo, 2010
Sin duda, las distintas fracciones de oposición al futuro gobierno de doña Laura Chinchilla tienen el derecho de unirse y con ello formar un directorio legislativo con integrantes de cada una de ellas; el electorado fue claro y preciso el pasado 7 de febrero pues le entregó, de una manera muy amplia el Poder Ejecutivo al Partido Liberación Nacional, pero no ocurrió lo mismo con la Asamblea Legislativa donde, en conjunto, las fuerzas de oposición suman 33 votos. Por esta razón, los representantes de los partidos Acción Ciudadana, Movimiento Libertario, Unidad Social Cristiana y Accesibilidad sin Exclusión, que suman entre ellos 30 votos, iniciaron un movimiento con el fin de unirse y con ello integrar, en primera instancia el directorio legislativo. En la historia política reciente, solo en dos ocasiones el partido de gobierno no ha tenido la opción de manejar la Asamblea Legislativa; en 1958, el Unión Nacional eligió a Mario Echandi como presidente, pero no alcanzó la mayoría parlamentaria; luego, en 1966, el Partido Unificación Nacional logró el triunfo con José Joaquín Trejos pero quedó en desventaja en el Congreso pues apenas eligió 26 de los 29 diputados. Desde 1953 a la fecha, salvo esas excepciones, los partidos gobernantes también han podido dominar, con mayorías y con alianzas, la Asamblea Legislativa. Pero la responsabilidad de los futuros legisladores de oposición no debe quedarse únicamente en eso; en elegir el directorio legislativo; si es así, eso sería meramente casuístico y podría agregar un elemento más a la inconformidad que los electores tienen con los políticos. Por ello, es importante que de manera responsable, se reúnan y definan la papeleta que impulsarán a partir del próximo 1° de mayo cuando inicien sus funciones; pero a la vez, y esto sí es trascendente, deberán establecer, junto con las autoridades del próximo gobierno y sus diputados, una agenda común que incluya los temas y proyectos que más interesan al país entre los cuales, los que más preocupan a la ciudadanía están los de seguridad, los sociales, los económicos y otros. Aquí es importante destacar la diversidad ideológica de esas fracciones parlamentarias; por ello también es trascendente que prime el interés nacional más que el partidario; los costarricenses así lo demandan.