Tributos, equidad y desarrollo
| Miércoles 26 octubre, 2011
Tributos, equidad y desarrollo
En la actualidad un aspecto de discusión en el marco de la reforma fiscal, dado el posible acuerdo del PLN y PAC ha sido la propuesta de cobrar impuestos a los dividendos repartidos (si lo invierten no se cobraría) por parte de las empresas ubicadas en las zonas francas. Según lo indica el mismo Ministro de Hacienda, los efectos de estos impuestos son poco relevantes para la actividad de zonas francas, pero símbolo de equidad.
Del caso irlandés en el ámbito internacional, se extraen dos conclusiones. El exceso de estímulos fiscales (exoneraciones como las de las zonas francas) puede afectar la estabilidad económica y el crédito sin condiciones de regulación y precaución, pueden destruir lo que en décadas se ha construido. Es importante una reforma fiscal suficiente y equitativa en Costa Rica.
Se requieren recursos, un país no puede aspirar a tener infraestructura, servicios básicos de calidad, seguridad y alta capacidad de gestión pública para promover el desarrollo con cargas tributarias de menos del 14%. Para contar con infraestructura, educación de primera, alto desarrollo humano debemos tener una mayor carga tributaria.
Dentro del ideal que debe buscar el país para competir en el entorno internacional están los siguientes:
a. Estabilidad macroeconómica, que no genere sorpresas a los inversionistas, por la incertidumbre en la economía internacional, el riesgo país por estos aspectos de manejo económico debe ser el menor posible. La fuente potencial de desequilibrios está en el déficit fiscal, atacar este problema es una de las mejores formas de promover la inversión en Costa Rica.
b. Un país con visión de futuro compartida, que aspira a un mejor destino, que construye infraestructura, mejora la educación de su población y posee un alto índice de desarrollo humano, tiene mayores créditos para competir.
c. Se tiene y amplia una clase social de ingresos medios, que permite fortalecer un sistema democrático inclusivo y participativo, y un sistema económico con un mercado interno y externo dinámico.
d. Existe un plan de desarrollo de proveedores de alta calidad, basados en micro, pequeñas y medianas empresas que son una fuente de ventaja competitiva de las nuevas empresas internacionales que inviertan en el país.
Un plan fiscal puede servir para tener estabilidad macroeconómica, mejorar la equidad y crear condiciones para sustentar una competitividad sistémica, basada en los factores esenciales que hacen que un país a mediano plazo pueda ascender en las escaleras del desarrollo. Al contrario, pensar en que si no damos exoneraciones al pago de dividendos repatriados, las empresas de las zonas francas se irán, es perpetuar el subdesarrollo y la inequidad, seamos competitivos con base en factores que nos llevan al desarrollo, no en paliativos que nos profundizan en el subdesarrollo.
Roberto Jiménez Gómez
Economista
robertojg@racsa.co.cr
En la actualidad un aspecto de discusión en el marco de la reforma fiscal, dado el posible acuerdo del PLN y PAC ha sido la propuesta de cobrar impuestos a los dividendos repartidos (si lo invierten no se cobraría) por parte de las empresas ubicadas en las zonas francas. Según lo indica el mismo Ministro de Hacienda, los efectos de estos impuestos son poco relevantes para la actividad de zonas francas, pero símbolo de equidad.
Del caso irlandés en el ámbito internacional, se extraen dos conclusiones. El exceso de estímulos fiscales (exoneraciones como las de las zonas francas) puede afectar la estabilidad económica y el crédito sin condiciones de regulación y precaución, pueden destruir lo que en décadas se ha construido. Es importante una reforma fiscal suficiente y equitativa en Costa Rica.
Se requieren recursos, un país no puede aspirar a tener infraestructura, servicios básicos de calidad, seguridad y alta capacidad de gestión pública para promover el desarrollo con cargas tributarias de menos del 14%. Para contar con infraestructura, educación de primera, alto desarrollo humano debemos tener una mayor carga tributaria.
Dentro del ideal que debe buscar el país para competir en el entorno internacional están los siguientes:
a. Estabilidad macroeconómica, que no genere sorpresas a los inversionistas, por la incertidumbre en la economía internacional, el riesgo país por estos aspectos de manejo económico debe ser el menor posible. La fuente potencial de desequilibrios está en el déficit fiscal, atacar este problema es una de las mejores formas de promover la inversión en Costa Rica.
b. Un país con visión de futuro compartida, que aspira a un mejor destino, que construye infraestructura, mejora la educación de su población y posee un alto índice de desarrollo humano, tiene mayores créditos para competir.
c. Se tiene y amplia una clase social de ingresos medios, que permite fortalecer un sistema democrático inclusivo y participativo, y un sistema económico con un mercado interno y externo dinámico.
d. Existe un plan de desarrollo de proveedores de alta calidad, basados en micro, pequeñas y medianas empresas que son una fuente de ventaja competitiva de las nuevas empresas internacionales que inviertan en el país.
Un plan fiscal puede servir para tener estabilidad macroeconómica, mejorar la equidad y crear condiciones para sustentar una competitividad sistémica, basada en los factores esenciales que hacen que un país a mediano plazo pueda ascender en las escaleras del desarrollo. Al contrario, pensar en que si no damos exoneraciones al pago de dividendos repatriados, las empresas de las zonas francas se irán, es perpetuar el subdesarrollo y la inequidad, seamos competitivos con base en factores que nos llevan al desarrollo, no en paliativos que nos profundizan en el subdesarrollo.
Roberto Jiménez Gómez
Economista
robertojg@racsa.co.cr