Trenes y Petrocaribe, en los rieles del progreso
| Miércoles 23 julio, 2008
Trenes y Petrocaribe, en los rieles del progreso
El ahorro derivado del porcentaje financiado de Petrocaribe debe traducirse en inversiones concretas, de manera que se cree desde el principio un efecto de retorno en forma de beneficios palpables para el país.
Lo contrario —usar ese disponible en gastos corrientes orgánicos del Estado, dándole un carácter no retornable— sería un despropósito.
En la coyuntura actual, cuando las carencias son tan evidentes, ese capital debería invertirse en infraestructura, prioritariamente en la reactivación definitiva de los ferrocarriles, que son el medio local de transporte idóneo, así como la vía seca interoceánica que el país está necesitando.
Con esto no solo se repararía el enorme contrasentido de su desaparición, sino que se señalarían fórmulas prácticas para solventar la ausencia de una infraestructura vial acorde con las exigencias demográficas de la actualidad.
El presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), Miguel Carabaguíaz, ha demostrado que se puede hacer mucho con poco, así que llegó la hora de dotarlo de más recursos.
En medio de carencias e incluso de oposición, él logró reactivar este medio de transporte y demostrar su valía en el contexto actual, cuando las carreteras están colapsadas y se dilapidan millones de dólares en presas y reparaciones.
Tras salir adelante en condiciones no óptimas, cabe preguntarse de qué será capaz el señor Carabaguíaz con un presupuesto adecuado, y posiblemente la respuesta es que puede encarrilar al país hacia un mayor ordenamiento vial a través de una moderna red de trenes de pasajeros y de carga, idealmente mediante energías renovables.
El alza en los precios internacionales del petróleo es producto de múltiples factores, tales como la disminución de reservas en las plantas en explotación y un evidente factor especulativo, pero el único que el país puede controlar es su propio consumo, por lo que es impostergable la toma de medidas de largo plazo, entre ellas la consolidación de una red ferroviaria eléctrica.
Rodrigo Carazo Odio
El ahorro derivado del porcentaje financiado de Petrocaribe debe traducirse en inversiones concretas, de manera que se cree desde el principio un efecto de retorno en forma de beneficios palpables para el país.
Lo contrario —usar ese disponible en gastos corrientes orgánicos del Estado, dándole un carácter no retornable— sería un despropósito.
En la coyuntura actual, cuando las carencias son tan evidentes, ese capital debería invertirse en infraestructura, prioritariamente en la reactivación definitiva de los ferrocarriles, que son el medio local de transporte idóneo, así como la vía seca interoceánica que el país está necesitando.
Con esto no solo se repararía el enorme contrasentido de su desaparición, sino que se señalarían fórmulas prácticas para solventar la ausencia de una infraestructura vial acorde con las exigencias demográficas de la actualidad.
El presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), Miguel Carabaguíaz, ha demostrado que se puede hacer mucho con poco, así que llegó la hora de dotarlo de más recursos.
En medio de carencias e incluso de oposición, él logró reactivar este medio de transporte y demostrar su valía en el contexto actual, cuando las carreteras están colapsadas y se dilapidan millones de dólares en presas y reparaciones.
Tras salir adelante en condiciones no óptimas, cabe preguntarse de qué será capaz el señor Carabaguíaz con un presupuesto adecuado, y posiblemente la respuesta es que puede encarrilar al país hacia un mayor ordenamiento vial a través de una moderna red de trenes de pasajeros y de carga, idealmente mediante energías renovables.
El alza en los precios internacionales del petróleo es producto de múltiples factores, tales como la disminución de reservas en las plantas en explotación y un evidente factor especulativo, pero el único que el país puede controlar es su propio consumo, por lo que es impostergable la toma de medidas de largo plazo, entre ellas la consolidación de una red ferroviaria eléctrica.
Rodrigo Carazo Odio