La Fundación Omar Dengo, Conectándonos y la Fundación Quirós-Tanzi, trabajan en sincronía con el Ministerio de Educación para dotar de computadoras y laboratorios de informática a los estudiantes del país

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Tendrán más tecnología los estudiantes

Este año se superará el medio millón de niños que usan computadora en clases, y desarrollan habilidades en el manejo y programación de estos aparatos, informa una nota de este medio hoy.
No todos los días se pueden dar tan buenas noticias. Esto es posible gracias a programas dirigidos por la Fundación Omar Dengo, Conectándonos y la Fundación Quirós-Tanzi, todos ellos trabajando en sincronía con el Ministerio de Educación.
El objetivo es fomentar el uso de la tecnología como herramienta de aprendizaje en centros educativos (desde preescolar hasta noveno año) que no tengan actualmente acceso a ningún otro programa tecnológico del MEP, además de que se valora el nivel de compromiso e interés del sitio.
El programa se basa en modalidades de laboratorios de informática educativa adonde los estudiantes asisten semanalmente a clases.
Desde luego, como lo explica la mencionada nota, “esa capacidad de innovación abre muchas puertas y vale dinero”. Además, “esto puede servir para que pequeños de comunidades vulnerables tengan acceso a mejores empleos”.
Ante la buena noticia nos preguntamos, ¿se decidirá Fonatel, el fondo de Sutel encargado de llevar conectividad a los pobladores de zonas alejadas, de cumplir al fin con lo que le corresponde?
O seguirá impidiendo que toda esa gente, estudiantes en este caso, se sigan perjudicando por no tener conectividad.
Esa entidad no ha dado ningún resultado en ese sentido hasta el momento a pesar de contar con un fondo de $200 millones para ello.
Así, muchos niños costarricenses no pueden acceder hoy a los beneficios del programa mencionado más arriba, que busca dotar a los pequeños de computadoras para que aprendan a valerse de ellas como herramienta de aprendizaje. El objetivo sería llegar al 100% de las escuelas y colegios públicos del país.
La ineficacia y lentitud burocrática de Fonatel está perjudicando a todos esos niños que son, justamente, de los más necesitados de programas como el que hoy nos ocupa.
Hemos hablado de esa ineficacia ya en otras oportunidades en este mismo espacio, pero no pareciera que asuman su responsabilidad ni esa entidad ni quienes están en la obligación de que la misma funcione bien.