Las personas con antecedentes frecuentes de desmayos (síncopes) deben ser sometidas a un examen médico completo, pues muchas de ellas pueden llegar a tener un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular (derrame cerebral)

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SÍNCOPE O DESMAYO

Encontrarse en algún lugar especial, en un campo deportivo y hasta en la misma casa y sentir malestar hasta llegar al desmayo, no es nada agradable. Un síncope (desmayo), puede sorprenderlo en cualquier sitio en el momento menos pensado. Por lo general estos eventos se presentan cuando existe una reducción súbita en la presión arterial debiéndose esto al menor flujo sanguíneo en el cerebro.
El más común de los desmayos se debe al estrés, al dolor y estar de pie durante mucho rato. Todas las personas que sufren un desmayo, deben ser cuidadosamente evaluadas en un servicio de urgencias médicas, ya que podría tratarse de algún síntoma de una enfermedad más grave. Desafortunadamente, para los médicos, con frecuencia resulta difícil determinar exactamente qué provocó un primer episodio de desmayo.
En ocasiones, por ejemplo, uno como médico se encuentra en un servicio religioso cuando de pronto, el sacerdote interroga: —¿se encuentra algún médico en la iglesia?—, a lo que uno atendiendo su llamado se presenta ante el paciente pero, no pasa mucho tiempo antes de que la persona desmayada, se recupere.
Si esto llega a suceder, sencillamente no podemos hacer ver que esto no fue nada; eso no sería correcto y menos, si quien atendió el caso es un médico. La obligación del profesional en medicina es hacer recomendaciones para que en las próximas horas esta persona sea valorada en un centro de salud y a los familiares hacerles ver que esta recomendación deben cumplirla.
Aunque los síncopes son comunes, se debe investigar quién está en peligro y quién no lo está. Se debe valorar también si una persona está con tratamiento para controlar la hipertensión arterial o es diabético, con o sin medicamento.
Las personas con antecedentes frecuentes de desmayos (síncopes) deben ser sometidas a un examen médico completo, pues muchas de ellas pueden llegar a tener un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular (derrame cerebral). Algunos necesitarán marcapasos y otras atenciones. También, por otro lado, estamos viviendo tiempos muy “raros” en los que no desayunar se hace fácil o una moda, en especial para las personas más jóvenes. Recuerdo a unos muchachos fornidos que se encontraban conversando antes de participar en un desfile. Como gran novedad, uno dijo: “hoy no desayuné para que no me den deseos de orinar durante la marcha”, eso está mal, le indiqué como médico y su respuesta fue una sonrisa.
El desfile dio inicio media hora después de lo acordado, bajo un sol quemante, cuando a los pocos minutos voluntarios de la Cruz Roja se movilizaban con urgencia. ¿Qué sucede?, pregunté. Y la contestación fue: —hay un desmayado ahí, adelante—, y yo de inmediato supe quién era ese desmayado... A algunas personas les va bien, a otras no les va bien y algunas personas, desafortunadamente, llegan a morir. Recuerde: desmayarse no es divertido…

José Eliseo Valverde
Médico