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Sinceramente

Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 20 marzo, 2015


Hay que buscar unidad nacional no seguir destruyendo las posibilidades de consenso


Sinceramente

¡Luchas políticas!

Este próximo 1° de mayo se cumplirá casi un año desde que asumiera la Presidencia de Costa Rica don Luis Guillermo Solís Rivera. Este pasado año ha sido muy complejo para nuestro país, para nuestro futuro, para la institucionalidad, para la legitimidad de la clase política costarricense.
Don Luis Guillermo Solís y sus compañeros de papeleta fueron electos masivamente buscando evitar la continuidad del PLN, y buscando un positivo cambio en Costa Rica. Más que virtudes, experiencia, o destrezas, el electorado deseaba claramente elegir un grupo diferente del que había gobernado el país por ocho años.
Los electos que habían sido siempre oposición, quienes habían con furia adversado el déficit fiscal, el gasto de gobierno, los viajes presidenciales, el libre comercio, la apertura a la globalidad, las relaciones diplomáticas y comerciales con China, la reconstrucción de la ruta 32, la refinería SORESCO y la terminal de contenedores de Moín fueron electos de manera decisiva. Ahora hacen lo que antes criticaban. Se perdió la credibilidad.
Son Gobierno pero siguen siendo oposición. El discurso de los 100 días pareció un discurso del líder de la oposición política al Gobierno y no el de un Jefe de Estado buscando la adopción de las corrientes centrales de pensamiento de Costa Rica.
La aprobación del Presupuesto Nacional para el ejercicio 2015 revistió toda suerte de encuentros, y don Ottón Solís Fallas encabezó la oposición al Gobierno de su partido y a su propuesta de gasto. El presupuesto fue aprobado por el voto del Presidente del Directorio Legislativo y en contra de la mayoría de votos de los diputados. La Sala IV condenó el rompimiento del principio democrático.
De las denuncias hechas en el discurso de los 100 días, desconoce el país si han recibido atención para bien de Costa Rica, pero es claro que ahora soluciones de vivienda no se construyen. A los serios problemas del país la respuesta invariable ha sido que los problemas son heredados de pasadas administraciones, como si los gobiernos no heredaran proyectos y soluciones así como problemas. Los gobiernos se eligen justamente para lidiar y resolver los problemas pendientes del país.
La pretendida Casa de Cristal ha procurado limitar la información pública que los ciudadanos, diputados y medios solicitan. La Sala Cuarta ha emitido dos fallos condenatorios uno en contra del Directorio Legislativo y otro en contra de la Casa Presidencial por limitación a la libertad.
Pronto escucharemos el discurso del 1° de mayo y el país está seguro que lejos de señalar soluciones, o tender puentes, versará sobre más ataques a las administraciones anteriores, sin tomar en cuenta que el Gobierno busca aprobar un proyecto tributario en el que requerirá el apoyo de todas las fracciones. Así lo dejó entrever el propio mandatario en un programa de radio reciente. No hay sentido común.
El daño al país y a la institucionalidad está hecho. Profundizarlo no es lógico y carece de toda sabiduría. Hay que buscar unidad nacional no seguir destruyendo las posibilidades de consenso.

Emilio R. Bruce

Profesor
ebruce@larepublica.net
 

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