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Sinceramente

Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 02 agosto, 2013


Creo que deberíamos fijar la proporción en 71.500 costarricenses por cada diputado y eso nos llevaría a tener 70 diputados


Sinceramente

Hemos venido tratando el tema de la reforma política en Costa Rica en columnas pasadas. Hemos expresado nuestra perspectiva sobre la urgencia de mejorar la elección de los diputados, de mejorar la identificación del representante con su pueblo por dos vías: la elección directa por nombre y la elección en distritos electorales para facilitar la rendición de cuentas del diputado a sus electores.
Hemos reiterado la necesidad de instituir la revocación del mandato del diputado por referéndum para que los inconvenientes no permanezcan en sus puestos por periodos largos. Hemos insistido en la reelección inmediata de los diputados para que se seleccionen los buenos y se descarten los que no tuvieron las destrezas necesarias.
Hemos sugerido la elección de diputados nacionales para en combinación virtuosa servir el interés nacional y el interés local. Hemos criticado seriamente el financiamiento de la campaña electoral, de los negociazos alrededor de la deuda política adelantada y de las simulaciones que se han venido presentando y que esperamos estén bajo severa investigación.
Hoy deseo que pensemos en conjunto y analicemos cómo podemos acortar la distancia entre los diputados y los costarricenses. Los diputados por reforma constitucional dejaron de ajustar su número conforme la población aumentaba. Sabia era la decisión del constituyente de 1949 de hacer variar el número de diputados conforme creciera la población.
Hoy tenemos 57 diputados y casi 5 millones de habitantes. La proporción si tomáramos estas cifras como válidas para efectos de análisis daría un diputado por cada 87.720 costarricenses. ¿Será esa proporción suficiente para dar una representatividad adecuada a la Asamblea Legislativa acá en Costa Rica?
Muchas personas con énfasis han manifestado en los pasados meses que aumentar el número de los diputados es aumentar el número de los “vagabundos” y el “gasto inútil” en la Asamblea Legislativa. Muchas personas ante esta idea han señalado que más bien debería reducirse el número de legisladores.
Creo que están equivocados los que así piensan. Un número reducido de diputados lo que nos lleva es a que las minorías no estén representadas. Entre más distante esté el diputado de su distrito electoral, menos representados se sentirán sus electores. ¿Cuántos diputados deberíamos tener? ¿Cómo podemos lograrlo? Muchas cifras se han barajado.
Creo que deberíamos fijar la proporción en 71.500 costarricenses por cada diputado y eso nos llevaría a tener 70 diputados. Por distritos electorales podrían ser electos 57, por diputados nacionales 13. Dejaría el número ajustarse conforme al crecimiento de la población sin más. Pensemos en esta propuesta, maduremos las ideas, debemos lograr más cercanía del costarricense con sus diputados. Continuaremos con el tema la semana que viene.

Emilio Bruce
Profesor
ebruce@republica.net
 

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