Sembremos valores y cosechemos éxitos

Julio Castilla Peláez

Presidente

Cámara de Comercio de Costa Rica

En la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR) hemos tenido una posición firme a no aceptar más impuestos. Pasa el tiempo y los hechos nos confirman que el Gobierno no necesita castigar más a las familias y a las empresas con más impuestos. El despilfarro, la ineficiencia y la corrupción son tantos, que dar mayores ingresos por esta vía al aparato estatal, es premiar a quien no lo merece.

Urge ordenar la casa con medidas eficientes de corto plazo como:

La ley de Empleo Público, aunque dista de la ideal, es un primer paso que se debe tomar y nos traería un ahorro cercano al 1% del PIB. Medidas propuestas por la CCCR y que sólo requieren de voluntad política, como eliminar plazas congeladas, no contratar más personal, reubicar funcionarios de Instituciones que ya no tienen razón de ser y pensionar a los que ya cumplieron con sus años de servicio, suman a los ahorros que tanto necesita nuestro país.

Fiscalizar el uso de los fondos públicos en las obras de infraestructura. ¿Cuántos puntos del PIB se nos van ahí?

Acabar con la impunidad, una señal para que los corruptos lo piensen dos veces al cometer actos delictivos.

Eficientizar los servicios públicos. Los que hemos tenido la oportunidad de lidiar en nuestro trabajo con funcionarios públicos, constatamos que la mayoría buscan dar un buen servicio, pero muchas veces están capturados por una telaraña burocrática, para el interés de unos pocos.

Estos y otros cambios necesarios en un país con todo el potencial de ser una potencia mundial, parecen sencillos. ¿Por qué los seguimos postergando en un país sobre diagnosticado?

La respuesta pareciera clara: una crisis de valores, que va en aumento en una sociedad donde hemos confundido tolerancia con permisividad. Esa permisividad ha ido debilitando la institución más importante de todas, la familia. Aquella frase de nuestros abuelos, de la importancia de dejar como herencia el apellido y una buena educación, se ha ido perdiendo. El valor de la ley de que lo que siembro cosecho, cada vez se olvida más y luego vienen las consecuencias. Enriquecerme a cualquier precio, proteger intereses abusivos, justificar comportamientos que afectan a los demás, son algunas de las creencias que se han ido arraigando en nuestro país. A la frase que utilizamos en la CCCR de Stephan Schmidheiny de que: “No puede haber empresas exitosas en sociedades fracasadas”, aplica igual para la familia. Urge que sembremos en familias exitosas que enseñen principios y valores bajo la ley de la siembra y cosecha. Se debe detener a la minoría, que ha ido silenciando a la mayoría!

¿Cual es la buena noticia?, que estamos a menos de tres meses de elegir al próximo gobernante.

Costarricenses, no nos equivoquemos, elijamos un Presidente que demuestre liderazgo y esté rodeado de gente capaz para lograr los cambios que necesita este país y que a la vez, su vida sea un ejemplo de los valores que debemos vivir como sociedad. No comamos cuento con populistas que hablan bien, pero no han construido nada.

Revisemos ¿qué han sembrado en su vida? A nivel de familia, trabajo y bienestar de los demás. ¿Quién claramente ha buscado poner su grano de arena por un mejor país y no de su bolsillo?.

Un Presidente con estos atestados, tendrá mayor posibilidad de lograr los cambios que necesita este país en el Gobierno, liderando con el ejemplo también el cambio de valores que requiere nuestra sociedad.