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COLUMNISTAS


¿Se está descarbonizando la economía nacional?

Roberto Dobles roberto.dobles@gmail.com | Viernes 19 octubre, 2018


Los países exitosos en el mundo están realizando una transición energética con dos objetivos principales y complementarios: bajar los costos de la energía y descarbonizar progresivamente sus economías como parte de los esfuerzos para reducir el cambio climático.

La competitividad energética y la descarbonización de la economía son dos componentes esenciales que se complementan entre sí en los procesos de transición energética, los cuales están compuestos de varias etapas en el tiempo y, por su naturaleza misma, son intensivos en capital y en tiempo (duran varias décadas).

Como parte de este importante proceso de cambio en los países exitosos, la participación de las fuentes de energía que simultáneamente conducen a menores costos y a menores emisiones al ambiente ha estado aumentando en la matriz energética en detrimento de la participación de las fuentes tradicionales de energía más caras y ambientalmente inferiores, las cuales están siendo desplazadas progresivamente.

Contrario a lo que está pasando en muchos países del mundo, en Costa Rica, la evolución del consumo de energía y de la matriz energética demuestran que los términos transición energética, competitividad energética y descarbonización de la economía son más un discurso político que una realidad, tanto a nivel sectorial como nacional. Así demuestran los estudios cuyos datos se analizan a continuación.

A.       Crecimiento del consumo de energía en los principales sectores de la economía nacional

Los estudios sobre la evolución del consumo de energía en los principales sectores de la economía nacional muestran lo siguiente.

1.        Sector residencial. Por su naturaleza misma, el consumo de energía en el sector residencial debiera estar ampliamente dominado por la electricidad renovable. Pero la realidad no es así.

Entre 2014 y 2017 el consumo de electricidad generada con fuentes renovables nacionales de energía en este sector creció un 7,4%, mientras que en ese mismo periodo el consumo de GLP (Gas Licuado de Petróleo) importado creció un 19,8% (casi tres veces más que la electricidad). Por lo tanto, el GLP no renovable e importado está desplazando a la electricidad en la matriz energética de este sector, lo cual aumenta las emisiones y reduce el consumo potencial de electricidad.

El alto crecimiento del consumo de GLP en este sector está siendo impulsado principalmente por la sustitución de electricidad por GLP en la cocción. De acuerdo con datos del ICE, el GLP ha venido desplazando rápidamente a la electricidad. La participación del consumo de GLP en la cocción de alimentos ha venido creciendo para ubicarse en 2015 (último dato disponible) en un 42%, mientras que la participación de la electricidad se redujo para llegar al 52% en este año.

El VII Plan Nacional de Energía 2015-2030 (último plan que ha sido publicado) reconoce esta situación al indicar que no solamente el crecimiento del consumo eléctrico ha sido muy bajo en los últimos seis años, sino que también “el gas licuado de petróleo (GLP) ha mantenido un crecimiento sostenido desde su incorporación en la matriz energética”. Se señala además que “sus principales usos son domésticos para la cocción de alimentos y procesos productivos”.

Al igual que ocurre en todos los sectores de la economía nacional, la razón principal de la creciente participación de energía no renovable importada (GLP) en el sector residencial, que genera emisiones adicionales de CO2 y de otros gases contaminantes, en detrimento de la energía renovable nacional, es el alto y creciente precio de la electricidad. La falta de competitividad de las fuentes renovables nacionales de energía que se están desarrollando con respecto a la energía no renovable importada que es la que está impulsando este cambio.

Lo anterior a pesar de que el GLP, como todos los otros derivados de petróleo, está sujeto a una carga tributaria mucho mayor que la electricidad, tanto en Costa Rica (impuesto a los combustibles, impuesto de renta que pagan Recope y otras empresas distribuidoras y patentes municipales) como en los países donde se produce (impuestos de producción, regalías, impuestos de renta, etc.).

2.        Sector comercial y servicios. Al igual que en el sector residencial, por su naturaleza misma, el consumo de energía en el sector comercial y servicios debiera estar ampliamente dominado por la electricidad. Pero la realidad de este sector en el país no es así.

Entre 2014 y 2017 el consumo de electricidad generada con fuentes renovables nacionales de energía en este sector creció un 6,87%, mientras que en ese mismo periodo el consumo de GLP (Gas Licuado de Petróleo) importado creció un 32,27% (cuatro veces y media más que la electricidad). Por lo tanto, el GLP no renovable e importado está desplazando a la electricidad en la matriz energética de este sector, lo cual aumenta las emisiones.

3.        Sector agropecuario. Entre 2014 y 2017 el consumo de electricidad generada con fuentes renovables nacionales de energía en este sector creció un 9,5%, mientras que en ese mismo periodo el consumo de derivados de petróleo importados creció mucho más rápido: diésel un 20,1%, gasolina un 11,1%, av gas un 209,4%. Por lo tanto, los derivados de petróleo importados están aumentando su participación en la matriz energética de este sector, lo cual aumenta las emisiones.

4.        Sector industrial. Entre 2014 y 2017 el consumo de electricidad generada con fuentes renovables nacionales de energía en este sector creció en un 9,0%, mientras que en ese mismo periodo el consumo de derivados de petróleo importados creció mucho más rápido: Diésel un 21,1%, GLP un 17,4% y Coque de Petróleo 15,1%. Por lo tanto, a excepción del Búnker que creció un 2,7%, todos los derivados de petróleo importados que se consumen en este sector están aumentando rápidamente su participación en su matriz energética, lo cual aumenta las emisiones.

5.        Sector transporte. Entre 2014 y 2017 el consumo de electricidad generada con fuentes renovables nacionales de energía en este sector fue prácticamente nulo, mientras que en ese mismo periodo el consumo de derivados de petróleo importados creció muy rápido: Diésel un 13,2%, gasolina un 19,7%, jet fuel un 21,8% y GLP un 9,5%. Por lo tanto, los derivados de petróleo importados están aumentando su participación en la matriz energética de este sector, lo cual aumenta las emisiones.

6.        Sector Construcción y Otros. Entre 2014 y 2017 el consumo de electricidad generada con fuentes renovables nacionales de energía en este sector creció un 8,1%, mientras que en ese mismo periodo el consumo de derivados de petróleo importados creció un 18,5%. Por lo tanto, los derivados de petróleo importados están aumentando su participación en la matriz energética de este sector, lo cual aumenta las emisiones.

B.       Crecimiento del consumo de energía de toda la economía nacional

El consumo de los caros derivados de petróleo importados, que es por mucho la principal fuente de energía del país y la principal fuente de emisiones de CO2, está creciendo mucho más rápido que el consumo de las fuentes renovables nacionales de energía y que el consumo mundial de petróleo.

Esto es muestra clara que no solamente la economía nacional no se está descarbonizando, sino que además el crecimiento de las emisiones de CO2 y de otros gases y partículas se está acelerando.

Mientras que el consumo de electricidad del país producida con energías renovables nacionales creció un 3,88% entre 2015 y 2017, el consumo de derivados de petróleo creció un 9,74% en ese mismo periodo, lo que representa un crecimiento 2,51 veces mayor que el crecimiento de la electricidad producida con fuentes renovables nacionales.

Y para agravar aún más la situación, el crecimiento del consumo petrolero del país es mayor que el crecimiento del consumo mundial de petróleo. Mientras que el crecimiento del consumo de petróleo en el mundo entre 2015 y 2017 fue del 3,7%, en Costa Rica fue del 9,74%. O sea, el crecimiento de la demanda nacional de derivados de petróleo fue 2,63 veces superior al crecimiento promedio de la demanda petrolera mundial en este periodo.

La dependencia nacional del petróleo explorado, producido y refinado en el extranjero y transportado continuamente en buques petroleros al país no está decreciendo. Es muy elevada con respecto a las fuentes nacionales renovables de energía (representa casi las dos terceras partes del consumo energético nacional) y con respecto a la dependencia petrolera promedio mundial.

Los estudios internacionales muestran que en 2017 la participación del petróleo en el consumo energético mundial estuvo entre el 31% y el 36% y que en 2030 esta participación bajaría ligeramente para ubicarse en un rango entre el 28% y el 32%. La dependencia petrolera nacional es el doble con respecto a la dependencia petrolera promedio mundial.

C.       Conclusiones

En el mundo, los procesos exitosos y sostenibles de transición energética y de descarbonización competitiva de la economía que se están dando obedecen a una realidad ineludible: se basan en las condiciones fundamentales que se necesitan para que sean una realidad.

Entre otras cosas, estos procesos son halados por la demanda y por una amplia disponibilidad en el mercado energético de fuentes de energía que simultáneamente son de bajo costo y de bajas o nulas emisiones de carbono.

En Costa Rica, por el contrario, no se está realizando ninguna transición energética ni ninguna descarbonización de la economía porque no se han creado las condiciones fundamentales que se necesitan para que estos dos procesos de cambio se conviertan en una realidad.

La retórica, la política energética, los planes nacionales de energía y el fuerte discurso político de descarbonización que existe en el país, por su naturaleza misma, no han creado las condiciones nacionales para que la transición energética y la descarbonización de la economía sean una realidad.

Por inacción, acción (incluyendo el bloqueo o la minimización de las opciones que están impulsando la transición y la descarbonización actualmente en el mundo) y omisiones (incluyendo la falta de recursos y de capacidades de ejecutoria de la política energética y de los planes nacionales de energía), la situación del país se ha venido deteriorando. Más bien va en sentido contrario con un aumento de las emisiones, como bien lo muestran los estudios sobre la evolución del consumo de energía en el país.

Los altos y crecientes costos de las fuentes renovables nacionales de energía que se están desarrollando en el país, y otros factores que analizaré en la siguiente columna, se encuentran entre las principales causas que están obstaculizando la transición energética nacional y la descarbonización competitiva de la economía. 




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