Santos llama a mirar hacia el sur
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 02 abril, 2011
Santos llama a mirar hacia el sur
Cuando el presidente colombiano Juan Manuel Santos se dirija a los académicos en la Universidad Brown la semana próxima, planea transmitir un mensaje a los ejecutivos estadounidenses y al gobierno de Obama: el mejor lugar para buscar impulso económico es al sur de la frontera.
“El consejo que doy a los estadounidenses es que miren al sur”, dijo el jueves Santos, que tiene 59 años, en una entrevista en el palacio presidencial. “Por una especie de síndrome de miopía, se ve muy bien lo que está lejos pero no se ve lo que está cerca. Existe un tesoro llamado América Latina, y está floreciendo”.
El gobierno de Colombia estima que el crecimiento económico se acelerará a 6% este año conforme los yacimientos mineros y un aumento de la calificación crediticia a grado de inversión atraen una inversión directa extranjera casi sin precedentes.
“Los astros se alinearon para Colombia”, dijo Santos, que se desempeñó como ministro de Defensa y de Hacienda de Colombia antes de su elección como presidente el año pasado.
Santos dijo que a la primera visita del presidente Barack Obama a América del Sur el mes pasado deben seguirle medidas concretas en momentos en que China y otros socios comerciales desplazan las exportaciones y la inversión de los Estados Unidos en la región. Su discurso en Brown, ubicada en Providence, Rhode Island, hará hincapié en el papel de Colombia como “bisagra” entre los Estados Unidos y el resto de la región.
Más de $7 mil millones en concepto de asistencia estadounidense para la lucha contra la droga desde 2000 le permitieron al predecesor de Santos, Álvaro Uribe, llevar a los rebeldes marxistas al borde de la derrota y restablecer la confianza de los inversores. Dos de los hombres más ricos de América Latina, el mexicano Carlos Slim y el brasileño Eike Batista, han dicho que buscan impulsar la inversión en el sector de materias primas del país. Standard Poor’s aumentó el 16 de marzo la calificación crediticia de Colombia a grado de inversión, a tono con Perú y Brasil, 11 años después de la reducción a basura.
“El momento de Colombia ha llegado”, dijo Gary Garrabrant, máximo responsable ejecutivo de Equity International, la firma de inversión de Chicago del multimillonario Sam Zell. “Siempre han sido inteligentes y sofisticados, pero hasta ahora han tenido el problema de la guerrilla”.
Las acciones colombianas han aumentado 19,4% en el transcurso del último año, en comparación con un incremento de 12,7% del Promedio Industrial Dow Jones. El rendimiento adicional que los inversores exigen para tener bonos de Colombia con denominación en dólares en lugar de bonos del Tesoro de los Estados Unidos se redujo el jueves a 1,50 puntos porcentuales, según el índice EMBI+ de JPMorgan Chase Co., mientras que el rendimiento adicional es de 2,58 puntos porcentuales para deuda de mercados emergentes en lugar de bonos del Tesoro y de 1,70 puntos porcentuales en el caso de Perú y Brasil. El diferencial se redujo respecto de los 4,85 puntos porcentuales de hace dos años.
Bogotá
Bloomberg
Cuando el presidente colombiano Juan Manuel Santos se dirija a los académicos en la Universidad Brown la semana próxima, planea transmitir un mensaje a los ejecutivos estadounidenses y al gobierno de Obama: el mejor lugar para buscar impulso económico es al sur de la frontera.“El consejo que doy a los estadounidenses es que miren al sur”, dijo el jueves Santos, que tiene 59 años, en una entrevista en el palacio presidencial. “Por una especie de síndrome de miopía, se ve muy bien lo que está lejos pero no se ve lo que está cerca. Existe un tesoro llamado América Latina, y está floreciendo”.
El gobierno de Colombia estima que el crecimiento económico se acelerará a 6% este año conforme los yacimientos mineros y un aumento de la calificación crediticia a grado de inversión atraen una inversión directa extranjera casi sin precedentes.
“Los astros se alinearon para Colombia”, dijo Santos, que se desempeñó como ministro de Defensa y de Hacienda de Colombia antes de su elección como presidente el año pasado.
Santos dijo que a la primera visita del presidente Barack Obama a América del Sur el mes pasado deben seguirle medidas concretas en momentos en que China y otros socios comerciales desplazan las exportaciones y la inversión de los Estados Unidos en la región. Su discurso en Brown, ubicada en Providence, Rhode Island, hará hincapié en el papel de Colombia como “bisagra” entre los Estados Unidos y el resto de la región.
Más de $7 mil millones en concepto de asistencia estadounidense para la lucha contra la droga desde 2000 le permitieron al predecesor de Santos, Álvaro Uribe, llevar a los rebeldes marxistas al borde de la derrota y restablecer la confianza de los inversores. Dos de los hombres más ricos de América Latina, el mexicano Carlos Slim y el brasileño Eike Batista, han dicho que buscan impulsar la inversión en el sector de materias primas del país. Standard Poor’s aumentó el 16 de marzo la calificación crediticia de Colombia a grado de inversión, a tono con Perú y Brasil, 11 años después de la reducción a basura.
“El momento de Colombia ha llegado”, dijo Gary Garrabrant, máximo responsable ejecutivo de Equity International, la firma de inversión de Chicago del multimillonario Sam Zell. “Siempre han sido inteligentes y sofisticados, pero hasta ahora han tenido el problema de la guerrilla”.
Las acciones colombianas han aumentado 19,4% en el transcurso del último año, en comparación con un incremento de 12,7% del Promedio Industrial Dow Jones. El rendimiento adicional que los inversores exigen para tener bonos de Colombia con denominación en dólares en lugar de bonos del Tesoro de los Estados Unidos se redujo el jueves a 1,50 puntos porcentuales, según el índice EMBI+ de JPMorgan Chase Co., mientras que el rendimiento adicional es de 2,58 puntos porcentuales para deuda de mercados emergentes en lugar de bonos del Tesoro y de 1,70 puntos porcentuales en el caso de Perú y Brasil. El diferencial se redujo respecto de los 4,85 puntos porcentuales de hace dos años.
Bogotá
Bloomberg