Río inicia cuenta regresiva para macrofiesta de año nuevo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 31 diciembre, 2010
Río inicia cuenta regresiva para macrofiesta de año nuevo
Cientos de obreros trabajaban ayer para culminar los preparativos de la fiesta que espera albergar a cerca de dos millones de personas en la playa de Copacabana de Río de Janeiro para recibir en la noche de hoy el año nuevo.
Los trabajadores se afanaban en atornillar y adecentar los tres escenarios en los que actuarán bandas de samba y rock brasileñas, y en concluir la instalación de las doce torres de altavoces que se extienden a lo largo de los cuatro kilómetros de la playa más célebre de Río.
Varios de los grupos, entre los que destacan el cantante de samba Zeca Pagodinho y la intérprete Daniela Mercury, tenían previsto realizar ayer las pruebas de sonido y el ensayo general antes de la gran fiesta.
También continuaban ayer los trabajos de instalación de una pantalla gigante en la que se proyectará hoy, durante 25 minutos, el nuevo logotipo de los Juegos Olímpicos de 2016, en un acto que contará con la presencia del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge.
El único detalle que quedó pendiente es el arrastre de las once balsas flotantes en las que se quemarán los fuegos artificiales, que se ubicarán hoy a unas escasas decenas de metros de la orilla.
El espectáculo de este año será realizado por la empresa española Pirotecnia Igual, que lanzará 25 toneladas de fuegos, cuya quema será sincronizada con música, lo que nunca se había hecho antes en la fiesta de Año Nuevo más tradicional y multitudinaria de Brasil.
La fiesta de Copacabana, además de congregar a cerca de dos millones de cariocas y turistas, será presenciada también por una decena de cruceros y cerca de 200 yates y barcos, que se suelen posicionar frente a la playa iluminando el horizonte en la noche del 31.
Una típica estampa que se repitió ayer en Copacabana, como al igual que cada año, fueron las ofrendas florales a Yemanyá, la deidad de los mares en religiones de origen africano como el Umbanda y el Candomblé.
Los pétalos blancos flotaban en el agua y se mezclaban con la arena en la orilla, después de que muchos cariocas acudieran a pedirle a Yemanyá que sea bueno el año entrante.
El color blanco teñirá también las ropas de la mayoría de las personas que se congregarán hoy en la playa, tradición común en todo Brasil y que expresa deseos de paz para el año nuevo.
Río de Janeiro
EFE
Cientos de obreros trabajaban ayer para culminar los preparativos de la fiesta que espera albergar a cerca de dos millones de personas en la playa de Copacabana de Río de Janeiro para recibir en la noche de hoy el año nuevo.
Los trabajadores se afanaban en atornillar y adecentar los tres escenarios en los que actuarán bandas de samba y rock brasileñas, y en concluir la instalación de las doce torres de altavoces que se extienden a lo largo de los cuatro kilómetros de la playa más célebre de Río.
Varios de los grupos, entre los que destacan el cantante de samba Zeca Pagodinho y la intérprete Daniela Mercury, tenían previsto realizar ayer las pruebas de sonido y el ensayo general antes de la gran fiesta.
También continuaban ayer los trabajos de instalación de una pantalla gigante en la que se proyectará hoy, durante 25 minutos, el nuevo logotipo de los Juegos Olímpicos de 2016, en un acto que contará con la presencia del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge.
El único detalle que quedó pendiente es el arrastre de las once balsas flotantes en las que se quemarán los fuegos artificiales, que se ubicarán hoy a unas escasas decenas de metros de la orilla.
El espectáculo de este año será realizado por la empresa española Pirotecnia Igual, que lanzará 25 toneladas de fuegos, cuya quema será sincronizada con música, lo que nunca se había hecho antes en la fiesta de Año Nuevo más tradicional y multitudinaria de Brasil.
La fiesta de Copacabana, además de congregar a cerca de dos millones de cariocas y turistas, será presenciada también por una decena de cruceros y cerca de 200 yates y barcos, que se suelen posicionar frente a la playa iluminando el horizonte en la noche del 31.
Una típica estampa que se repitió ayer en Copacabana, como al igual que cada año, fueron las ofrendas florales a Yemanyá, la deidad de los mares en religiones de origen africano como el Umbanda y el Candomblé.
Los pétalos blancos flotaban en el agua y se mezclaban con la arena en la orilla, después de que muchos cariocas acudieran a pedirle a Yemanyá que sea bueno el año entrante.
El color blanco teñirá también las ropas de la mayoría de las personas que se congregarán hoy en la playa, tradición común en todo Brasil y que expresa deseos de paz para el año nuevo.
Río de Janeiro
EFE