Respuesta a don Emilio Bruce
| Lunes 21 octubre, 2013
Respuesta a don Emilio Bruce
(Primera parte)
Tanto en el Gobierno de don Óscar Arias, como en el de Laura, la atracción de inversión extranjera directa, la apertura comercial, y la política diversificada de exportaciones, constituyen sin lugar a dudas, logros país, que es preciso no solo mantener sino profundizar. Hoy Costa Rica tiene una economía exportadora muy diversificada y nuestros productos llegan a más de 150 países en el mundo. No se puede ser mezquino. En esa área el país ha sido exitoso.
Empero, un Gobierno serio, no solo debe reconocer y mantener políticas consistentes en aquellas áreas que se han gestionado bien, en los gobiernos anteriores, sino que debe rectificar lo que amerite corregirse para definir con claridad un rumbo país, que le dé seguridad y bienestar a todos los sectores.
En consecuencia mi gobierno no será una continuación de los gobiernos anteriores, porque mi propósito es ajustar el modelo, que si bien es cierto, en lo económico ha tenido sus bondades relativas, en lo social no ha sido así.
Costa Rica tiene un gran reto en equidad social, que es preciso atender con prioridad. También tiene un gran desafío en términos éticos. El nuevo gobierno tiene que hacer de la transparencia, y de la ética en el ejercicio de la función pública una norma de conducta, que posibilite la recuperación de la confianza de la ciudadanía en la política y en sus gobernantes.
De esa manera mi Gobierno se propone no solo renovar la política nacional, introduciendo la mayor ejecutividad y eficiencia posible, que ya la gente me atribuye, como constructor de muchas obras, cuando estuve como Alcalde de San José, sino que aspiro a realizar un gobierno que rinda cuentas, que sea absolutamente transparente y que gestione el poder con un estilo diferente.
Debemos volver a gobiernos que articulen, que integren, que sean humildes y transparentes, que sepan dialogar, que sean productivos en cada colón que se gasta, y que hagan su trabajo con honestidad.
La corrupción es por supuesto un tema complejo, donde participan no solo actores políticos, sino como usted sabe, también sectores empresariales, como se ha visto en casos recientes. Mi determinación es cero tolerancia y cero impunidad. La corrupción no solo lesiona las bases morales de la sociedad, y la legitimidad del sistema político, sino que tiene graves consecuencias en la economía nacional.
En el campo fiscal todos sabemos que existe un problema real de déficit estructural y financiero, que se agrava, y que la atención a ese problema es urgente para mantener la estabilidad macroeconómica, como parte de otras variables. La solución al déficit fiscal, requiere una visión mucho más integral, que la de poner simplemente más impuestos. Evidentemente hay que definir un proceso para avanzar hacia una carga tributaria del PIB superior a la que tenemos hoy, pero también hay que superar con medidas concretas, la crisis de legitimidad, que en materia de gasto y de cobro, tiene en nuestro país la política fiscal.
En el campo del gasto, hay que ser eficientes, introducir la rendición de cuentas como una exigencia, evaluar periódicamente el impacto del gasto y de las inversiones, examinar los subsidios disfrazados a menudo en forma de incentivos, cuidar con mucha seriedad la productividad de los colones que se gastan, entre algunas medidas.
En materia tributaria, hay que procurar una reforma integral, con todos los componentes que requiere, pero que sea simple, que sea progresiva, articulada políticamente, y que tenga además los componentes de reducir la evasión, aumentar la recaudación, mejorar la equidad, ampliar bases impositivas, revisar exoneraciones, sustituir ventas por IVA.
Un buen gobernante, tiene que justificar debidamente la necesidad de imponer impuestos, si esa es su decisión, pero tiene además como deber ético insoslayable garantizar la honestidad en la recaudación, y calidad y buen uso de su utilización. En cuanto a la recaudación nos proponemos la creación de la Agencia Nacional Tributaria. En el campo fiscal, ha habido muchas propuestas fallidas, y algunas que han sido aprobadas han generado pocos resultados. Creo que las fallidas han padecido de errores, de los cuales hay que aprender. Dos de ellos, dar poca atención al uso de los nuevos tributos, o hacer propuestas, por ejemplo, a espaldas de la ciudadanía, sin estudios de incidencia fiscal.
En cuanto a la brecha social, es ahí donde ubicamos el principal reto país.
Johnny Araya Monge
Ingeniero
Candidato a la Presidencia de la República – PLN