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FORO DE LECTORES


Respuesta a algunas inquietudes

| Martes 13 abril, 2010


Respuesta a algunas inquietudes

Leyendo la columna “¿Estamos preparados?” de Carlos Denton, que apareció en LA REPUBLICA del miércoles 24 de marzo, me permito responder algunas de las inquietudes planteadas.
Un desastre de gran magnitud es imposible de manejar; si no, no sería desastre. Desastre es cuando el país o la institución pierden su capacidad de respuesta. Qué es lo que hace una organización con el riesgo, prevenirlo, mitigarlo o tratarlo o trasladarlo.
Prepararse para las emergencias y desastres es la forma en que una organización o país puede mejorar su capacidad de respuesta, pero esta siempre será limitada a su infraestructura porque no está concebida para manejar catástrofes sino para actividades normales, es decir ningún país construye un hospital para atender desastres.
Salvo países muy ricos como Japón pueden darse el lujo de tener bodegas con insumos para desastres; nuestros países no, por lo costoso y muchas veces impráctico, ejemplo, el agua embotellada y comida para miles de personas, como lo anota el artículo, y por muchos días.
El país y las organizaciones deben asegurase una respuesta para la fase de impacto que es muy intensa en las siguientes 72 horas y sigue en descenso hasta los ocho días.
Lo que las organizaciones deben tener es un plan de cómo reactivar servicios, es garantizar al máximo posible dentro de las circunstancias la continuidad de los servicios y no solo los de salud, sino todos.
En un caso como Haití no hay nada que hacer porque no quedó nada. En Costa Rica por ejemplo, la CNE lo que hace para suministrar alimentos, es utilizar entes privados que despachen alimentos en los momentos de crisis, para no tener almacenado lo que se puede perder.
En el caso de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), y contestando la pregunta, movilizar el personal hacia fuera no es lo prioritario en una gran emergencia, porque la gente se ocupa en los hospitales donde se deben y pueden atender a las víctimas, es poco lo que usted puede hacer fuera de un hospital con un herido grave. Los que se salvan con una atención en el sitio de seguro no tienen lesiones graves. Estos equipos son más bien útiles en “filtrar” lo que se envía al hospital para no saturarlo, que fue lo que nos funcionó en Chinchona en San Miguel de Sarapiquí. La CCSS muy probablemente no tenga problemas con medicamentos.
Los problemas serán la disponibilidad de salas de operaciones, de camas hospitalarias, de capacidad de los servicios de emergencias, por la alta demanda que se genera. Nos preparamos para eso, cómo organizar la respuesta, cómo capacitar a los tomadores de decisiones para afrontar emergencias y que la decisiones sean las adecuadas, cómo canalizar suministros, cómo coordinar, cómo comunicarnos, que son las mayores fallas en los desastres. Los hospitales saben qué hacer con el herido independientemente de la gravedad, el problema es manejar 200 de un solo golpe.
Haití tuvo ayuda de sobra y suministros en grandes cantidades; lo que no tenía era organización ni coordinación para utilizarla. Chile tuvo problemas de organización y comunicaciones en el principio de la emergencia.
Todas las instituciones o ministerios que menciona en el artículo están representadas en la CNE y han trabajado sobre el tema, no le puedo responder cómo están de preparadas, pero creo que más sí que no, en la respuesta. Sí, por supuesto que los ingenieros del Ministerio de Obras Públicas y Transportes saben lo que es un VADO.
El “teléfono rojo” no funciona en un desastre, porque la ayuda externa casi nunca es oportuna, los países dependen de sí mismos entre las primeras 48 y 72 horas que es cuando más victimas hay y mayor crisis de servicios. Es cuando se puede salvar mayor cantidad de personas. Los saqueos en Chile fueron en esas 48 horas críticas. Los hospitales portátiles sirven para continuidad de servicios, cuando los centros de salud resultan severamente dañados, generalmente no están en esas horas críticas. Con 500 heridos yo no hago nada en dos salas de operaciones de un hospital portátil que además no tiene todos los servicios de apoyo. Lo mejor es hacer centros seguros que no se dañen y esa es una Política de la CCSS emitida en julio de 2006. En Haití los colombianos instalaron un hospital de estos “full extras” pero no funcionó porque no había agua.

Dr. Daniel Quesada Rodríguez
Coordinador Nacional Programa Institucional de Emergencias de la CCSS





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