Respuesta para don Arnoldo Mora
| Miércoles 15 julio, 2009
Respuesta para don Arnoldo Mora
En relación con la columna de opinión El golpe de estado y sus implicaciones, publicada la semana pasada, en la edición del 10 de julio de 2009, escrita por el Sr. Arnoldo Mora, quien afirma que la reacción de Estados Unidos ante el golpe de estado en Honduras refleja “…las profundas contradicciones que se viven en el seno de la actual administración de Estados Unidos, donde hay poderosos sectores conservadores que no comulgan con las ideas del Presidente Obama y que, desde la misma Embajada en Tegucigalpa, lo mismo que desde la base militar de Palmerola, no parecen haber estado ajenas al golpe…”.
Rechazamos esta afirmación, ya que desde el inicio del golpe contra el Presidente Zelaya, en la mañana del 28 de junio, Estados Unidos se declaró contra este golpe y apoyó la restitución del Presidente Zelaya que hicieran la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El Presidente Zelaya ha expresado su agradecimiento por el acertado apoyo que Estados Unidos ha proporcionado a él, a su familia y al orden constitucional y democrático en Honduras. Estados Unidos también se identificó con la posición del Presidente Arias, de permitir que sean los centroamericanos quienes resuelvan esta situación.
Las conversaciones que se dieron en días pasados entre los representantes del Presidente Zelaya y las autoridades de facto en Honduras son solo el punto de partida. Debemos darle tiempo a este proceso para trabajar. También debemos dejar muy claro que esta no es una crisis que Estados Unidos deba resolver. Esta es una crisis política hondureña y la resolución debe también ser hondureña. Estados Unidos apoya el proceso de mediación iniciado por el Presidente Arias y está listo para brindar cualquier ayuda que solicite el Presidente Arias.
En su artículo usted también afirma que hubo participación de la Fuerza de Tareas Conjuntas Bravo, en Palmerola. Lo primero que hay que aclarar es que Palmerola no es una base militar, que las instalaciones pertenecen a Honduras y fue este país el que invitó a Estados Unidos a formar parte de ella. La segunda aclaración es que no hubo participación alguna de esta fuerza conjunta con las fuerzas militares hondureñas en el derrocamiento. El personal militar destacado en Honduras se encuentra ahí para realizar tareas de asistencia humanitaria y en caso de desastres, como le ofrecieron a Costa Rica durante las inundaciones en Limón el año pasado y el terremoto en Cinchona a principios de este año, y para ayudar en la batalla contra las drogas y el crimen transnacional en la región.
Estados Unidos trabaja de manera cercana y conjunta con sus países vecinos, por el bienestar de todos.
Se despide con todo respeto,
Embajada de Estados Unidos
En relación con la columna de opinión El golpe de estado y sus implicaciones, publicada la semana pasada, en la edición del 10 de julio de 2009, escrita por el Sr. Arnoldo Mora, quien afirma que la reacción de Estados Unidos ante el golpe de estado en Honduras refleja “…las profundas contradicciones que se viven en el seno de la actual administración de Estados Unidos, donde hay poderosos sectores conservadores que no comulgan con las ideas del Presidente Obama y que, desde la misma Embajada en Tegucigalpa, lo mismo que desde la base militar de Palmerola, no parecen haber estado ajenas al golpe…”.
Rechazamos esta afirmación, ya que desde el inicio del golpe contra el Presidente Zelaya, en la mañana del 28 de junio, Estados Unidos se declaró contra este golpe y apoyó la restitución del Presidente Zelaya que hicieran la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El Presidente Zelaya ha expresado su agradecimiento por el acertado apoyo que Estados Unidos ha proporcionado a él, a su familia y al orden constitucional y democrático en Honduras. Estados Unidos también se identificó con la posición del Presidente Arias, de permitir que sean los centroamericanos quienes resuelvan esta situación.
Las conversaciones que se dieron en días pasados entre los representantes del Presidente Zelaya y las autoridades de facto en Honduras son solo el punto de partida. Debemos darle tiempo a este proceso para trabajar. También debemos dejar muy claro que esta no es una crisis que Estados Unidos deba resolver. Esta es una crisis política hondureña y la resolución debe también ser hondureña. Estados Unidos apoya el proceso de mediación iniciado por el Presidente Arias y está listo para brindar cualquier ayuda que solicite el Presidente Arias.
En su artículo usted también afirma que hubo participación de la Fuerza de Tareas Conjuntas Bravo, en Palmerola. Lo primero que hay que aclarar es que Palmerola no es una base militar, que las instalaciones pertenecen a Honduras y fue este país el que invitó a Estados Unidos a formar parte de ella. La segunda aclaración es que no hubo participación alguna de esta fuerza conjunta con las fuerzas militares hondureñas en el derrocamiento. El personal militar destacado en Honduras se encuentra ahí para realizar tareas de asistencia humanitaria y en caso de desastres, como le ofrecieron a Costa Rica durante las inundaciones en Limón el año pasado y el terremoto en Cinchona a principios de este año, y para ayudar en la batalla contra las drogas y el crimen transnacional en la región.
Estados Unidos trabaja de manera cercana y conjunta con sus países vecinos, por el bienestar de todos.
Se despide con todo respeto,
Embajada de Estados Unidos